𝗭𝗮𝗻𝗻𝘆𝗮 [+21]

Capítulo. 14

Annya

La cabeza me duele como el infierno y siento que todo me da vueltas a pesar de que estoy acostada en el suelo. Me quedo mirando el techo por unos segundos disipando el mareo, aún estoy bajo los efectos de toda la mierda que me metí anoche y rio por el dolor.

Ya no quiero volver aquí, a lo mismo, porque después de que pasa el efecto recuerdo lo miserable y cobarde que soy, no puedo estar huyendo así de mis problemas cada vez que algo se pone mal, pero tampoco me siento con la fuerza de afrontarlos, no sé que hacer.

Debía levantarme para ver la hora y bañarme o hacer algo no podía estar solo acostada, necesitaba ir al trabajo y seguir con mi vida. Me paro con cuidado, tratando de no caerme porque todo me da vueltas, me es difícil caminar, pero llegó a rastras hasta la ducha, abro la llave de la regadera y me siento en el suelo, sinceramente no me siento dispuesta para estar parada podría resbalar y no estoy de ánimos, las gotas caen sobre mi cuerpo con la ropa interior puesta, los ojos me arden y me siento como una estúpida por estar así por sentirme así.

Mi cuerpo tiembla y no precisamente por el frío, mi corazón late más y mis palmas están sudorosas. Tengo la sensación de necesitar más, no quiero hacerlo debo distraerme.

Decido que es hora de salir y cierro la llave, ya me siento un poco mejor o eso creo, me veo frente al espejo de cuerpo completo y hago una mueca, me pongo una falda negra y un suéter flojo en color verde, trato de sonreír, porque al hacerlo mi mejía duele, al menos ya no está inflamada y es más fácil esconderla, termino de maquillarme y pongo a cargar el móvil.

Limpió y ordeno mi sala, me deshago de las botellas que están en el piso y observó por unos segundos la bolsita, está vacía, tomo el billete y lo guardo en mi cartera, al menos esto me servirá para regresar al rato, una punzada de dolor me invade en el vientre y pongo mis manos en el «mierda», seguro ya me iba a venir la regla, después de tanto ya era hora, voy al baño a revisarme, pero no hay nada.

Tomo unas gafas negras y una pequeña mochila negra, metiendo mi celular y el dinero, es hora de salir y llegar al trabajo, no quería llegar tarde hoy tenía ganas de ver a mis amigos y conversar con ellos, hace días que no hablaba con Danna porque ambas hemos estado en nuestros asuntos, los ensayos requieren casi de todo nuestro tiempo aparte ella tiene novio y yo diario estoy metida en mi vida.

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Sonreía al público mientras cantaba a todo pulmón Whine up - Kat de Luna, el cantar y el bailar para mí era un escape a mi vida, siempre que cantaba me sentía bien y solo yo era lo que importaba, solo yo, no nadie más, lastima que cuando terminaba veía mi realidad.

Estaba sola en el escenario aún sin bailar como lo hacía habitualmente el meneo de mis caderas hacía robar una que otra mirada, pero yo ignoraba el público solo me centraba en la música, el corset negro no dificultaba mi respiración, la minifalda y las botas de cuero hacían un buen juego.

Al terminar mi presentación fui hacía con mis amigos, empezamos a platicar de lo pesado que había sido ayer con el incidente de las chicas.

— El hombre que está en aquella mesa no deja de verte Drake — exclama Erick, mientras se llevaba a la boca algunos cacahuates.

— ¡Quieto vaquero!, ¿No son celos o sí? — contradijo Danna, mientras Drake asentía con la cabeza.

— ¿Celoso yo? Claro que no.

— Drake acércate con aquel señor que no te quita la vista — dice Danna riéndose.

— ¡Tú cállate tonta!