𝗭𝗮𝗻𝗻𝘆𝗮 [+21]

Capítulo.21

Eres mala.

Annya.

Nala duerme plácidamente en la cama de la habitación, Zeus no se a dónde a ido pero la soledad no me sienta mal, camino hacia el balcón con vista al mar que consiguió el rubio, la brisa golpea mi rostro y aplaca todas las llamas de mi interior.

Me siento tan asustada y no entiendo el porqué, no quiero que esto acabe pero tampoco quiero que el nombre de Zeus quede marcado en mi corazón, parece una estupidez pero la verdad si me aterra enamorarme de él, yo sé que acabaríamos mal y lo único que aplaca este sentimiento es saber que el no me tomaría como nada serio, solo fui una noche de sexo y ya.

Solo es un juego.

Diría que no me imagino con él porque no es posible algo entre nosotros, el conoce un mundo totalmente diferente al mío, no me refiero a las clases sociales eso sobra sino que yo sé que no me entendería, no entendería porque soy como soy, las decisiones que tomo o las cosas que hago. De igual forma me siento atraída a él, siempre está serio y a decir verdad eso no me molesta, se ve realmente lindo y más cuando sonríe, me gustaría creer que solo conmigo lo hace pero sé que no.

Entro de nuevo a la habitación sentandome en el borde de la cama, no traje ni mi móvil, nada para comunicarme con mis amigos o avisarle a Carlo, ni sabía que hora era pero al parecer el atardecer estaba cerca porque poco a poco el cielo se iluminaba de colores naranjas y rojos.

Escucho como saca la tarjeta para pasarla por el escáner, los pasos me alertan que Zeus a llegado.

— Lo siento por dejarte sola, tuve que arreglar unas cosas— entra el rubio despertando a Nala quien solo baja de la cama dejando la habitación.

— Está bien— es lo único que digo, mientras el rubio cierra la puerta de la habitación.

— Dime algo más que un simple "está bien"— me tumba sobre la cama viéndome con seriedad.

— Me caes mal— lo tumbo a mi lado.

— Ya lo sé y es bueno que al menos sientas eso por mí.

— ¿Por qué me trajiste aquí?— cierro lo ojos, acomodandome mejor el vestido.

— Me dijiste que te gustaba el mar y te traje aquí para que estuvieras tranquila— puedo sentir su mirada clavada en mi rostro, inspeccionando cada espacio y como sus manos pretenden acariciar mis labios.

Detengo su mano sorprendiendole, fijo mi vista en sus ojos.

— Gracias por traerme.

— Buenos reflejos— agradezco asistiendo.

— ¿Dónde dormiré?

Me inquieta que Rayan se enteré que estoy con Zeus, no quiero que le pase nada a los chicos ni a Zeus, no quiero arrastrar a nadie en mis mierdas.