Annya
La semana había terminado, no tenía que preocuparme por trabajar al menos hasta pasado mañana. ¿Entonces por qué no puedo dormir? Son las 3:30 a.m. de la madrugada y no logro conciliar el sueño y en verdad quiero dormir, necesito descansar.
Siento los ojos cansados y la espalda me duele, de verdad que es horrible el insomnio ya llevo varías noches así, incluso he tomado pastillas para dormir, pero no hacen efecto, el dolor de cabeza y los mareos ya empezaban a hacerse presentes. Intentaba cerrar los ojos para descansar, pero era inútil, cada vez que los cerraba me sentía más mareada y con ganas de vomitar, preferí caminar hasta la ventana que tiene un pequeño balcón y sentarme fuera.
Era relajante ver la vista desde aquí, siempre me ha gustado ver el cielo o solo el paisaje eso me relaja mucho y la vista que tenía desde aquí en verdad era hermosa, el frío de la madrugada era estremecedor, me agradaba mucho esa sensación así pasaron las horas, hasta que por fin amaneció.
No había dormido en toda la noche, solo había estado pensando, decidí ponerme ropa deportiva para salir a correr como todas las mañanas.
Terminé de cambiarme y tome mis auriculares caminando hasta la puerta con un poco de pereza para colocarme las zapatillas deportivas, baje por las escaleras hasta salir del edificio, comencé a trotar hasta el parque donde siempre corría.
Esperaba que saliendo a correr mi mente se despegaría, pero fue todo lo contrario no dejaba de pensar una y otra vez en cosas, cosas que han pasado hace tiempo, pero que no me dejan en paz, cosas que ya debía olvidar, pero es imposible o eso creo yo, la música paro y note que estaba recibiendo una llamada de Drake, respondí en seguida para saber que necesitaba.
— Buenos días, hola.
— Hola, hermosa. ¿Crees que podrías venir a ayudarnos a hacer unas cosas?
No tenía nada más interesante que hacer y eso me podría distraer, ¿No?.
— ¡Llego en 20 minutos! — respondí cortando la llamada.
No había tanto tráfico por lo que caminaba despacio, quería extender un poco más el tiempo antes de llegar con mis amigos, me encantaba caminar por el puente, era de las mejores sensaciones en todo el día, más en la noche cada vez que iba al trabajo la vista al east river era hermosa, los edificios iluminados al igual que el puente, sentías una paz al respirar.
Pasaron algunos minutos la verdad ni los sentí, con música no siento la noción del tiempo, ya estaba cerca de la casa de mis amigos, me apresuré a caminar y avisarles que estaba cerca. Toque la puerta mientras guardaba los audífonos y acomodaba mi cabello en un moño despeinado.
Erick me abrió la puerta alegre, me adentré a la casa de mis amigos, mirando de nuevo la decoración que tanto me gustaba, era algo minimalista con colores pasteles y algunos adornos abstractos, tenía una pinta hippie y vintage a la vez era poco común ver esto, pero era muy hermoso, la sala de estar estaba hecha un cochinero, había papitas, un pedazo de pizza tirado en el sofá, una soda derramada en el suelo y la tele prendida sin que nadie la estuviera viendo, «están gastando energía», por el olor sabía que Drake estaba cocinando.
Fui directamente a la cocina acercándome a saludarlo, el pobre estaba tan concentrado que solo se limitó a voltear.
— ¿En serio desayunarán en medio de este cochinero? — dije mirando hacia el desastre que tenían en la sala.
— Sí. ¿Por? — Drake responde, sirviendo los huevos con tocino en cada plato, acompañado de un vaso de jugo de naranja.
— Debemos recoger para que desayunen — fruncí el ceño y crucé los brazos, esperando que me hagan caso.
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𝗭𝗮𝗻𝗻𝘆𝗮 [+21]
RomanceA veces arrancamos una parte de nosotros, la escondemos bajo llave para que nadie la vea, para evitar que nos lastimen. Pero, ¿Qué pasa cuándo uno se enamora? ¿Qué pasa cuando crees conocer a una persona, y te desilusiona? ¿Volverías a confiar en e...