Zeus
El sonido del móvil me despierta, me remuevo de mi lugar con incomodidad.
— Joder por qué carajos me duele tanto el cuello?.
Siento un peso en un lado de mi cuerpo, abro mis ojos tratando de acostumbrarme a la luz, que entra por los ventanales.
Mierda, me quedé dormido, volteo hacía la responsable del peso y es la morena, su cabeza está apoyada en mi pecho mientras que con mi otro brazo la tengo abrazada, su pequeña mano está puesta cerca de mi pecho mientras que con la otra abraza un caballo con cuerno.
El móvil sigue repicando y lo tomó con molestia. Es Bahir, hablándome para presentarme a una junta, hoy no cuenten con mi presencia no me siento de buen humor para ir a ninguna junta ni nada relacionado con el trabajo, al menos por el día de hoy.
— Encárgate tu Bahir, confío en t...
— ZEUS — el grito de la morena, me hace callar volteando a prestarle atención.
¿Qué mierda fue eso?, ella realmente estaba asustada por lo de anoche seguro, joder se veía linda, su cabello parecía estar intacto, se veía tan confundida.
— ¿Annya qué pasa? — dejo el móvil en el sofá y trato de analizar su rostro, pero no noto nada fuera de lo normal, solo confusión.
— S-si... — balbucea con dificultad.
— ¿Tuviste alguna pesadilla? — pregunto con preocupación, entendía lo que se sentía y era un sensación que jodía.
— No — responde cortante, pero el rojo de sus mejías la delata, esta chica desde ayer no dejaba de sonrojarse.
Se levanta para ir al baño y pasa delante de mí, regalándome una vista que joder, el dolor de cuello y espalda valía la pena, ese conjunto se le veía tan bien.
El short de seda en tono lila, marcaba un trasero redondo y lindo, mientras que la blusa joder, marcaba sus senos redonditos y en un tamaño bastante bien para su cuerpo, la había visto en vestidos, pero en pijama está chica es preciosa.
— ¿Señor Sanders? — mierda había olvidado que deje a Bahir a mitad de una llamada.
— Confío en ti — hablé masajeando mi cuello.
Colgué la llamada y seguí recordando a la morena sexy, mejor dejo de imaginármela como lo hago, porque mi querido amigo se empieza a despertar y ocupo pensar en cosas lindas y relajantes. Noto que el peluche de la morena está en suelo y pienso en dos cosas, patearlo o levantarlo, bueno igual nadie me vería, lo levanto y lo dejo sobre el sofá, no entiendo por qué tiene un peluche, se lo habrá dado alguno de sus perros?.
En fin no me importa, por mí que le den.
Bueno, pero sí yo le doy es mejor, mierda no habrá otro baño por aquí, tengo ganas de orinar, ella tarda mucho. Me paro inspeccionando el lugar y noto que al fondo del pasillo hay un baño, voy con prisa a este y cierro la puerta, hago lo que tengo que hacer y me lavo las manos, hay un espejo y me acomodó el cabello con las manos.
—¿Quién es el más guapo?—
Así es, tú lo eres Zeus.
Hablo con mi reflejo, es verdad soy guapo, lo sé, creo que mi belleza le hace honor a mi nombre, me sienta bien.
Reviso mi rostro, notando los golpes que se ven de cerca, ese idiota pegó mi carita, lo cierto era que el remedio de la morena funcionó, no tenía inflamación y mi labio estaba un poco mejor.
Gracias abuela de la morena sexy.
Salí del baño tratando de no hacer ruido, después de haber estado en el baño ella aún no salía, había visto su casa por las fotos de Instagram, pero nunca los detalles, un gran espejo, alfombra afelpada en tono beige, cortinas blancas, tenía todo ordenado y limpió.
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𝗭𝗮𝗻𝗻𝘆𝗮 [+21]
RomanceA veces arrancamos una parte de nosotros, la escondemos bajo llave para que nadie la vea, para evitar que nos lastimen. Pero, ¿Qué pasa cuándo uno se enamora? ¿Qué pasa cuando crees conocer a una persona, y te desilusiona? ¿Volverías a confiar en e...