𝗭𝗮𝗻𝗻𝘆𝗮 [+21]

Capitulo. 16

Drake

Una alarma suena despertándome, abro los ojos con pesadez ¿Cuánto tiempo dormí? Joder, maldito dolor de cabeza, había tomado mucho.

Bostezo con los ojos aún cerrados y me tallo con las manos, volteo a ve a mi alrededor y todo está tirado Annya y Erick están profundamente dormidos, intento pararme y caminar hasta ellos, era inútil me tambaleaba mucho, sentía que iba a caer en cualquier momento, me acerco hasta los chicos tratando de despertarlos.

— ¡Chicos despierten! — hablo moviendo a Erick que está tirado en el suelo, el ruido se vuelve más intenso y molesto, pero no veo ningún celular de donde provenga el ruido.

Ann se remueve desde su lugar, pone uno de sus brazos sobre sus ojos para tapar el sol que le pega en la cara.

— ¡Joder, apaga eso! — Erick bufa malhumorado.

— Ya levántese, ayúdenme a buscar el celular— ambos me ignoraron, volviendo a dormir el uno sobre el otro.

A duras penas caminé hasta el sofá, buscándo el celular responsable de la alarma, después de tirar todos los cojines al aire encuentro mi móvil y apago la alarma, para ver la hora.

El dolor de cabeza desaparece de mi por unos segundos, la preocupación llega a mí al ver que son las 7:35 de la noche y es lunes.

— ¡Levántense! — ordenó serio.

— Cinco minutos más — articula Ann.

— ¡¡Joder, son las 7:35 de la noche!!

— Más al rato llevamos a Ann — Erick arrastra las palabras.

— Mierda es lunes y vamos tarde al trabajo— hablo poniéndome los zapatos.

— ¿Qué? — dice alarmada Ann — ¿Es lunes ya?

— ¡Mierda vámonos!

— Yo conduciré — Ann toma las llave del auto, adentrándose al auto.

— ¿Sabes conducir? — pregunta nervioso Erick.

— Obvio, Rayan me enseño — responde Ann encendiendo el auto, para marcharnos —Llegaremos rápido.

— Si pero no vayas a...

Pisa el acelerador.

Cierro los ojos al ver que esta sobrepasando los 80 km/h, me aferró al cinturón porque siento que en cualquier momento vamos a morir, Erick viene atrás mientras se sostiene de los asientos, no dice nada solo está en shock, mierda iba a morir con una loca, no quería ver nada solo quería morir tranquilo.

No sé detenía ella seguía, escuché como varios coches se quejaban pero ni siquiera le importaba, seguro se estaba metiendo entre los autos y pasándose altos.

¡Puta madre!

¡Nunca la volveré a dejarla conducir!

¡Moriré joven!

— Llegamos — anuncia con tranquilidad.

¿Que? Pero si apenas habíamos salido hace unos minutos. Abrí los ojos y era verdad, estábamos afuera del club, minutos que sentí que eran eternos, agradecía mucho estar a salvó.

Hoy más que nunca valoró mi vida porque fueron minutos en el que sentí angustia y miedo por mi vida, yo sabía que estaba loca, pero no tanto.

Bajé apresurado uniendome con ellos, habían bajado primero, eran las 7:57 p.m. justo nos daba tiempo de escabullirnos sin ser vistos o intentarlo.

Caminamos hacia la izquierda, ya que esa zona estaba oscura aún y no se distingue quienes están ahí, uno detrás del otro vigilando que no estuviese nadie, llegamos al extremo del escenario donde hay una puerta para entrar al pasillo de los camerinos pero apenas abró Keyla sale.