Capítulo. 22

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Ángeles y Demonios

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Ángeles y Demonios.

Annya.

Entro al bar y tomo asiento, no tengo ni un puto dólar pero seguro puedo ganar algo bailando en este lugar, camino en dirección a la barra y llamo la atención del hombre que atiende.

— ¿Sí?— dice el hombre.

— Soy bailarina, no tengo dinero— digo en un tono seductor logrando que me miré — quería ver la forma de poder bailar y tal vez ganar algo para un trago— su mirada está fija en mi escote y aunque eso me causa asco debo soportarlo para que me dejé ganar algo aquí.

Le hace una seña a una de las mujeres que trabajan aquí y se acerca hacía a mí.

— Llévala a cambiarse, va bailar— le dice a la mujer, conecto mi mirada con la peliroja y me sonríe.

La sigo despegandome un poco la tela del cuerpo, mi cabello esta húmedo y muy alborotado, seguro estoy hecha un puto desastre, no tengo ni puta idea de dónde dormir hoy y la ansiedad que presento no me está gustando.

— Tranquila, no tienes el maquillaje corrido— la chica habla «seguro pensé en voz alta» — es aquí, hay vestuarios y todo lo que necesitas.

Sonrío agradeciendo y desaparece, no se parece a nada a mi camerino, hay varias mujeres que se arreglan y lo único que separa es una cortina, dejando pequeños espacios entre una y otra.

Elijo una falda corta de cuero negro junto a un Bra con piedras del mismo color, me quito el vestido y lo aviento contra el suelo. Me miro al espejo con el atuendo puesto, mis pezones se remarcan y la falda no cubre del todo mi culo, no es que lo tenga grande pero esta falda si está demasiada corta, me pongo un labial nude como de costumbre y un retoco mis pestañas y sombras.

La parte del cabello la cepillo y lo sujeto en una coleta alta, dejando que unos mechones caigan ondulados.

Al menos aquí estoy un poco en paz, no tengo la preocupación de que Rayan entre por la puerta, Keyla haciéndome la vida imposible, aquí nadie me conoce y ni me hacen caso, todas parecen estar más preocupadas en bailar que otra cosa. Solo necesito ganar dinero para un trago, solo un trago y no volveré a tomar.

Ahora no solo tengo a Rayan que me acecha y me golpea cuando quiere, tengo a Alessandro un maldito loco, dos hombres que me acosan uno me golpea y el otro sueña con matarme.

En qué puto momento me volví la obsesión del hijo de un mafioso, el juguete de un empresario y el saco de boxeo de mi ex.

Sola me metí en toda esta mierda y sola debo salir.

La misma chica peliroja me indica por dónde salir y después de quién, le pido un micrófono pero me mira con los ojos entre abiertos.

— Sé cantar.

Asiente y corre buscando lo que le pedí, me regala una linda sonrisa y me hace la señal para salir, hago a un lado la cortina y salgo.

Camino segura de mí misma frente al escenario, las luces de colores me apuntan y sonrió a todos, llevo el micrófono a mi boca comenzando a cantar Bloody Mary - Lady Gaga, al mismo tiempo empiezo a mover mis caderas al ritmo de la música. Mi cuerpo se mueve por si solo al ritmo y comienzo a dar la caminata con confianza, sonrió al ver que he logrado lo mismo de siempre los gritos eufóricos, los silbidos y el alboroto del ambiente.

𝗭𝗮𝗻𝗻𝘆𝗮 [+21]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora