𝐘𝐄𝐒 𝐌𝐘 𝐋𝐎𝐑𝐃 ❪ 1 ❫

01. romanov

Hela, desde que era una niña, sabía que su nacimiento fue un error. Sus padres esperaban a un varón, futuro heredero de la familia, pero no fue del agrado del señor Románov saber que su primogénito sería una mujer que no podría ponerles su apellido a sus hijos para que continuarán con el legado Románov.

Todo cambió cuando la niña tenía 7 años y sus padres le dieron la bienvenida a su primer hijo varón, Perseo Románov. Hela siempre fue tratada como un estorbo y desde que nació su hermano, pretendían que la niña no existía. Solo la trataban bien frente a los invitados de los bailes que organizaban para las élites.

──Ella es mi querida hija, Hela ──presentó el señor Románov.

Hela le extendió su mano al invitado y le sonrió con amabilidad. Algo que sabía muy bien la joven, era mantener las apariencias para no tener problemas.

──Tiene una hija muy hermosa, Cronos. Seguro debe tener muchos pretendientes.

Hela miraba con aburrimiento a los demás invitados de su alrededor, poco le importaba la conversación que estaban teniendo su padre con aquel hombre.

La joven levantó una ceja al ver el extraño comportamiento que estaba teniendo Mulciber, cerca de la mesa de bebidas. Hela se excusó con su padre, diciendo que saludaría a los demás invitados.

──¿Que estás haciendo? ──hela sorprendió a su amigo por detrás, haciendo que esté se sobresaltara.

──¡Demonios Hela! ──exclamó el joven. ──No lo vuelvas a hacer.

Hela trato de disimular una risa por la mueca de susto que había hecho su amigo.

──No has respondido mí pregunta ──dijo Hela, viendo la botella de alcohol que trataba de esconder el muchacho detrás de él.

──Abraxas me están esperando afuera, mientras trato de robar algo de alcohol.

──¿Fue idea de él, verdad? ──preguntó Hela y mulciber asintió.

Románov ayudo a su amigo a esconder dos botellas de brandy y se escabulleron de la fiesta. Se dirigieron al patio de la gran mansión de los Románov. Abraxas salió de atrás de un árbol con un cigarrillo en sus labios.

──Por fin llegaste ──festejó el rubio al ver a su amigo con una botella. ──Ya me estaba aburriendo de ver los borrachos vomitar detrás de los arbustos...

Abraxas se calló al ver a Hela detrás de mulciber sosteniendo una botella. El rubio sonrió.

──Hela, bienvenida a nuestra pequeña fiesta clandestina ──abraxas le hizo una exagerada reverencia.

──No deberías enviar a los demás a hacer tus trabajos sucios ──lo reprendió Hela y le extendió la botella de licor. ──¿Tienes otro cigarrillo?

──No quiero que fumes, es un mal hábito ──dijo Malfoy, mientras trataba de abrir la botella de brandy.

──Claro papi.

──No me digas "papi", porque me caliento ──bromeó el platinado.

Mulciber sacó un cigarrillo de su traje, se lo puso en sus labios y lo encendió, le dio una calada y se lo extendió a Hela.

──Odio cuando me llevas a la contraria ──reprochó Malfoy.

Los tres jóvenes se sentaron en el suelo, empezaron a beber y fumar, mientras hablaban. Poco le importo a Hela ensuciar su hermoso y costoso vestido color rosa pastel.

──En unos semanas será tu cumpleaños ──habló Abraxas. ──¿Tienes algo en mente?

──Con el solo hecho de saber que pasaré mí cumpleaños en esa inmunda escuela, no quiero festejar nada.

La fiesta había acabado y los invitados ya se habían ido. El silencio gobernaba en la mansión Románov. Hela estaba dispuesta a subir a su habitación y dormir, pero la voz de su padre la interrumpió.

──Hela, ven a mí oficina ──dijo en un tono serio el señor Románov.

──Padre te va a matar ──se burló Perseo de su hermana, mientras pasaba por su lado.

──Vamos cariño, te llevaré a la cama ──dijo dulcemente su madre a su hijo.

Hela miró a su madre y ella solo le dio una mirada fría. La joven siguió a su padre hasta su oficina y al ver el rostro del señor Románov, sabía que estaba en problemas.

──Cierra la puerta.

La chica cerró la puerta y se sentó en la silla que estaba frente al escritorio.

──Nunca dije que te sentaras. De pie ──ordenó su padre.

Hela, de mala gana de puso de pie, esperando saber el motivo por el que la llamó.

──Hablé con el padre de Henry Zabini.

Un escalofrío recorrió todo el cuerpo de Hela al oír el nombre de su ex novio. Ella y Henry salieron por tres meses, hasta que Hela le fue infiel con otro chico del mismo año que su ex novio.

──Henry era el mejor pretendiente para ti. Pero como siempre, lo arruinaste todo ──escupió con odio su padre.

Hela bajo la mirada y apretó sus manos, clavándose las uñas en ellas. Un mal hábito que tenía la chica para aguantarse el trato de sus padres.

──Estoy harto de tu comportamiento inmaduro ──cronos apretó el puente de su nariz. ──Quiero que juntes tus cosas. En la mañana volverás a Hogwarts.

──Pero llegue hoy y mañana... ──hela se calló cuando vio la mirada de su padre.

──No me interesa. Mañana iras a Hogwarts y espero que te disculpes con Henry y arregles las cosas con él.

Al padre de Hela no le importaba que su hija haya engañado a Henry, lo que le molestaba era que haya sido descubierta, y por eso haya perdido a uno de los mejores pretendientes.

──Quiero que desaparezcas de mi vista.

Hela salió de la oficina de su padre y se dirigió a su cuarto. Cerró la puerta de un portazo y comenzó a quitarse el vestido con enojo. Estaba cansada y quería dormir pero ahora tendría que arreglar sus maletas para irse en la mañana.