Hela estaba sentada en uno de los sillones de la sala, esperando a que su familia llegara por su cumpleaños.
Sus abuelos Urano y Gea fueron los primeros en llegar, seguidos de su tío Hiperión con su esposa zhenya zhou, con su primo Apolo y por último, su tía Temis "la loca".
Los últimos Romanov del linaje.
──Mírate, que alta estás ──sonrió su tía zhenya.
──No corras querida ──se escuchó como Temis le gritaba a una esquina vacía de la sala. ──Podrías romper algo.
Los hermanos se vieron entre ellos e hicieron una mueca cuando escucharon a Temis hablar con su hija imaginaria.
──Temis ──llamó Rea, la madre de Hela. ──No te preocupes, Astrea se está portando muy bien.
Temis miró confundida a su hermana.
──¿Quien es Astrea? ──preguntó Temis con el ceño fruncido.
──Tu hija...¿No? ──respondió su sobrino Apolo.
──¿Estás loco, querido Apolo? ──preguntó Temis con una mueca. ──Yo no tengo hijos.
Hela trató de no reírse.
Durante la tarde, Hela se la pasó abriendo regalos de su familia. Sus abuelos le regalaron un relicario que le perteneció a la madre de su abuela Gea, algo que a Hela no le gustó porque conocía la historia del relicario pero no se quejó.
Hiperión junto a zhenya, le regalaron un collar diseñado por un famoso mago japonés, sus tíos esperaban que su sobrina usará el collar en la noche, en su fiesta de cumpleaños.
Su tía, Temis le regaló un libro sobre magia oscura, que fue heredado por Temis por parte de su tía abuela, antes de morir. Cronos al ver el libro hizo una mueca de disgusto.
──No creo que se sea buena idea dejar ese libro en manos de Hela ──habló Cronos a su hermana.
──Yo creo que le hará bien a Hela, expandir su conocimiento en la magia ──se encogió de hombros la mujer.
Por último, sus padres le habían dicho que su regalo lo recibiría al final de la fiesta, la única pista que le dieron fue que el regalo era parte de una tradición familiar.
Hela miraba el vestido que se encontraba sobre su cama, tendría que usarlo esa noche en la fiesta, con las joyas que le habían regalado sus tíos.
La puerta de su cuarto se abrió dejando ver a su primo Apolo.
──¿No sabés tocar? ──se quejó Hela.
Apolo se acostó sobre la cama como si fuera suya.
──Quita los pies de la cama ──su prima le dio un golpe, obligándolo a bajar los pies.
──Te quedaría mejor un vestido color negro, ese verde parece vómito ──dijo mirando al vestido con asco.
──Mí Madre lo eligió.
──Me di cuenta ──suspiró Apolo, levantándose de la cama, yendo al guardarropas de la chica.
Mientras Apolo buscaba un vestido para su prima, Hela le echaba una hojeada al libro que le regaló su tía.
──Nunca creí que la abuela fuera a regalarte el relicario de la bisabuela... ──habló tranquilamente. ──¿No te parece enfermo, todo? ──sonrió el chico.
──¿Y quién en esta familia no lo está?
Hela se terminó de colocar el collar que sus tíos le habían regalado, más unos anillos para completar su atuendo.
Apolo tenía razón, un vestido negro se veía mejor con las joyas y Hela lo estaba confirmando mientras se veía en el espejo.
Apolo sostenía el brazo de Hela, mientras caminaban por el gran salón, saludando a los invitados.
──¿Estás preparada para lo que sucederá después de la fiesta? ──preguntó su primo a su lado.
──¿Que pasará?
──No te lo han dicho...
Hela frunció el ceño.
──¿De que hablas, Apolo? ──preguntó confundida la chica.
Apolo sonrió.
──Si ellos no te han dicho nada, no puedo decírtelo ──dijo Apolo, mirando a su alrededor. ──Solo te diré que te prepares mentalmente para cualquier cosa.
──¡Hela! ──exclamó abraxas, saludándola a unos pocos metros de ella.
──Disfruta de tu cumpleaños, primita ──apolo beso los nudillos de Hela y se alejo de ella.
──¡Feliz cumpleaños! ──expresó abraxas, cuando llego a su lado.
El platinado abrazo con fuerza a la chica.
──¿Los demás? ──preguntó Hela cuando se separaron.
──Avery lo vi hablar con una chica. Lestrange y Rosier están tratando de robar algo de alcohol y a mulciber lo perdí de vista hace rato.
Abraxas recordó que tenía que darle algo a Hela, como le había prometido a su amigo.
──Esto es por parte de Tom ──dijo el platinado y volvió a abrazar a la chica. ──"Feliz cumpleaños" ──le dio un beso en la frente.
──¿Y ese beso? ──preguntó divertida la chica.
──Es de parte de Tom ──se encogió de hombros y la chica sonrió.
ESTÁS LEYENDO
𝐘𝐄𝐒 𝐌𝐘 𝐋𝐎𝐑𝐃 ❪ 1 ❫
أدب الهواة❝ Las lágrimas no son la única arma de las mujeres. La mejor está entre las piernas. ❞ © ttearfairyy ( 2O21 )