¿Rosas blancas?

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- Bien, ahora que conocemos el adornado periodo barroco de la historia, es turno de su tarea

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- Bien, ahora que conocemos el adornado periodo barroco de la historia, es turno de su tarea. - los jóvenes delante de mí rebuznaron y yo no pude evitar reír, notando el suspiro del muchacho que sentaba frente - No sean quejumbres! Les dejo tarea divertida!

El salón comenzó a reír a mi lado mientras sacaba la pequeña escultura en la que había trabajado las noches anteriores, la "pequeña" escultura de yeso de la mano de Emmett entrelazada con la mía adornada desde su centro como si una cascada cayera de las manos dejó sin aliento a más de uno cuando la puse en el podio central de la habitación.

- Ya que se convirtieron en Quejicus, esa es su tarea - Regresé a mi lugar escribiendo en el pizarrón - No importa el material, ni la presentación, háganlo con el que más cómodos se sientan y si eso incluye tela, los únicos requerimientos son que sea lo suficientemente grande para poder ser apreciada por la clase y que sea representativo del arte barroco, nada más.

Dejé de escribir quitándome para que pudieran copiar los que había escrito aunque no había nada fuera de lo que estuviera diciendo, más allá de la fecha de entrega que seguidamente apunte en el calendario al lado de mi escritorio.

- Sólo me resta decirles que se diviertan con esta tarea, el arte puede ser frustrante pero si algo te frustra... - Me callé para que ellos terminarán la frase - Cambia de planes - sonreí mientras daba dos aplausos - Muy bien, hacen que mamá se sienta orgullosa y eso que apenas nos conocemos de dos semanas - La clase volvió a reír y la campana de salida actuó con su estridencia, anunciando la hora del almuerzo, todos comenzaron a pararse de sus asientos para ir al almuerzo despidiéndose de mi en el trayecto.

- Adiós, que tengan buen fin de semana, diviértanse con cuidado!! - Comenzaron a irse uno por uno haciéndome ver a la puerta, de ella emergió un enorme oso con traje deportivo de la especie mejor amigo, algunos comenzaron a silbar ocasionando de nuevo mi risa - Ya váyanse, bribones - Me acerqué a Emmett para abrazarlo mientras la clase seguía vaciándose, hasta que salió el último grupo con un comentario que me habría sacado los colores de ser posible - Feliz fin de semana con el entrenador Cullen!!

Emmett se carcajeo mientras hundía mi cabeza en su pecho, la puerta se cerró y Emmett me cargó haciendo que mis piernas se enredaran en su cadera.

- Y así no esperas que los alumnos digan que somos pareja.

Emmett se rió por la nariz caminando hacia el escritorio para soltarme ahí, con sus manos en mis muslos me recosté en el escritorio para abrir una de las gavetas y sacar una rosa de ahí para mostrándosela a Emmett.

- Por tu rostro supongo que no fuiste tú.

Negó tomando la rosa, aspiró el aroma pero pareció no encontrar nada, realmente yo tampoco lo había hecho ningún rastro conocido o desconocido cercano.

- Parece aún no pierdo el toque, aún después de tantos años sigo teniendo admiradores.

Emmett me entregó la rosa y yo la dejé en el escritorio a un lado sin propósito alguno, sentí las manos de Emmett en mi cintura y regresé mi atención a él.

Para Siempre [Emmett Cullen]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora