What if...

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Quiero aclarar que esto no es parte de la historia, por lo tanto no influirá en la misma y tampoco es algo que se mencione en ella más adelante, es simplemente un extra que me vino a la cabeza así que disfrútenlo.
























Elizabeth estaba en su habitación peinando su cabello tan tranquilamente como cada mañana pero algo en ella decía que sería un día especial, distinto al resto, el sol brillaba pero no lo suficiente como para quemar tu piel y por su ventana había crecido un diente de león que aún estaba casi intacto cosa que era casi imposible con el viento que hacía en el lugar, pero ahí estaba en una pequeña caja de cristal para poder admirar por un poco más de tiempo del que hubiera durado en sus manos, su madre tocó su puerta antes de entrar con su autorización.

— Lizzie, Lilian nos invitó a almorzar en su casa, así que iré por una tarta de frutos rojos a Vernie's, quédate en casa por si tu padre viene antes, parece que Emmett también vendrá pronto de trabajar, tal vez te haga compañía.

Asentí a mi madre justo cuando terminaba de peinar mi cabello, en días como ese prefería dejarlo suelto pues era más cómodo y en ese día en especial se veía lindo a mi parecer, tome la ropa de entre el armario, una falda larga que tenía botones al frente de la cintura junto a una blusa parecida a la de los piratas de los cuentos, ajustada en el abdomen y suelta en el pecho y brazos, tome un poco de perfume para ponerlo en los puntos que mi madre me había enseñado cuando comencé a usarlo, en las muñecas primero y el restante de estas detrás de las orejas y el pecho, si mi padre o Emmett vendrían seguramente querrían algo de té, me puse unas zapatillas viejas pero cómodas para andar por casa antes de salir de mi habitación y bajar hacia la cocina, para preparar té negro, el favorito de Emmett, tome unos limones de la canasta de verduras para cortarlos en rodajas y ponerlas dentro de la tetera del fuego, deje algunas rodajas en la tabla de cortar para poder ponerlas en las tazas cuando estuviese listo, deje todo en la encimera de la cocina para ir al mueble que guardaba los platos especiales de mi madre para el té y saque mi tetera preferida junto a las tazas que le hacían juego, era una tetera de color mantequilla con adornos en un color guinda por ella, mi madre me la había obsequiado algunas navidades atrás y ahora era mi favorita pues se parecía a una con la que solía jugar cuando era una niña, estaba sacando los platos  que pertenecían a las tazas cuando el timbre llamó mi atención, por un momento pensé en mi padre pero la silueta tras la cortina era más musculosa que la de mi padre, abrí la puerta con una sonrisa pero mi mejor amigo parecía haber visto un fantasma por lo pálido y sudoroso que estaba. 

— ¿Em estas bien? ¿Pasó algo? Ven pasa. 

Mi amigo se rió dejándome saber que estaba un poco mejor de lo que podía ver, se sentó en uno de los sofá de la sala antes de quitarse el gorro y limpiar el sudor de sus manos en el, yo me senté a su lado dejando que una de mis manos se aventurara a su espalda para darle un poco de apoyo con lo que pudo haber pasado en ese momento.

— Bueno, Lisa, yo, estoy bien sólo algo nervioso. 

— ¿Nervioso? 

— Si bueno, es que tú eres mi mejor amiga y yo pues quería saber, no quiero que nuestra amistad se arruine pero en serio tengo que decirte esto porque no me había dado cuenta de lo idiota que soy, y es que yo... 

Estaba tan concentrada en sus palabras intentando encontrarles sentido que ni yo misma me di cuenta de cuanto salte en el sofá cuando el chillido de la tetera en la estufa detuvo nuestra conversación, vi como Emmett dejó salir el poco aire que aún tenía en los pulmones mientras la maldita tetera sonaba. 

Para Siempre [Emmett Cullen]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora