promises 'oliver'

nueve.

𝖯𝖱𝖮𝖬𝖨𝖲𝖤𝖲
𝔠𝔞𝔭𝔦𝔱𝔲𝔩𝔬 𝔫𝔲𝔢𝔳𝔢

── Tu... Tienes una pluma. ── susurro el señor.

── Ah si, la encontre en casa. ── respondí, abriendo la tapadera de la pluma.

── ¿De dónde eres mocosa? ── preguntó.

── Prefiero que me llame Olib, y soy de la plantación de Grace field house. ── respondí amablemente, un holograma salió del lapicero.

── ¿Como le pondrás la maldita clave si no tienes un libro? ── preguntó, poniéndose a mí lado.

── Aah ya veo, usted también está buscando a William Minerva. ── afirme, volviendo a molestar.

── ¡Cállate!, Mís hermanos y yo lo buscamos y terminaron muertos. ── contó.

── Ouh, lo siento.

── No quiero tu lástima niña. ──reclamo.

Después de un poco de silencio calculé como a qué hora serían y como a qué hora debía tomar el medicamento, saque una pastilla y el agua.

── ¿Estás enferma? ¡Te atreviste a escapar estando enferma! ── empezó a reclamar.

── No lo estoy, lo que pasa es que mamá me intoxicó antes de que pudiera escapar, estuve en cama por tres semanas. ── explique.

── Valla madre la tuya.

── Si bueno, unos no tienen mucha suerte.

Me trague la pastilla con un trago de agua.

── ¿Usted que hacía aquí señor? ── pregunte, levantando mí vista hacia arriba mientras me acomodaba la bufanda que se encontraba en mí cuello.

Percatandome de otro demonio.

── Señor, señor, ¡Señor! ── exclamé.

── ¡Que quieres mocosa! ── grito irritado.

Señalé arriba, el levanto su vista viendo a la misma criatura que yo, la bestia bajo su mirada viéndonos al azabache mayor y a mí, dejando ver varios ojos de distintos tamaños.

Soltó un ruidoso y fuerte rugido, alertando al hombre.

── ¡Debemos irnos, ya!. ── exclamó, agarro mí brazo y me jalo empezando a correr.

── ¿Que pasa si nos atrapan señor? ── pregunte, corriendo alado suyo.

── Te comen y obviamente mueres, los come-hombres son moustros salvajes que se comen a los humanos, nosotros niños ganado somos un manjar para ellos. ── explico, sacando su arma de la parte de atrás.

── ¿Que son los Come-hombres?. ── interrogue, voltee para atrás viendo al demonio correr detrás de nosotros.