quience.

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𝖯𝖱𝖮𝖬𝖨𝖲𝖤𝖲
𝔠𝔞𝔭𝔦𝔱𝔲𝔩𝔬 𝔮𝔲𝔦𝔫𝔠𝔢



Habían pasado dos días y medio de aquel triste momento en que todos se empezaron a ver como una familia, y ahora el mayor los tenia reunidos a todos en lo que parecía ser el comedor, pues solo era un concreto que afortunadamente era plana y estaba pegada a la pared y de asientos eran pedazos de madera que el mismo Lucas se encargo de hacer para que los cinco chicos presentes se pudieran sentar y tener un asiento propio.

── Creo que lo primero será decir que tendremos que prepararnos para estar alertas en un futuro. ── dijo el único adulto presente, pasándose su bastón a su otro brazo.  ── Tengo pocos pero importantes conocimientos, así que les enseñare lo que se.

── ¿Yo puedo buscar a un acompañante? Estar solo y curar a los heridos se me hace aburrido. ── opino el de la cicatriz en la nariz.

── ¡Pero yo soy tu acompañante! ── le reclamo el albino tan rápido como termino de hablar.

── Oliver, te la pasas al pendiente de Olib... ── se quejo el moreno.

El albino abrió su boca para replicar de nuevo, pero no salió nada así que mejor se quedó callado con los brazos cruzados y con un adorable sonrojo, porque de cierta forma tenía razón.

── En la próxima cacería Olib se quedara en el molino hasta que se cure completamente. ── aconsejo, observando como tenía vendado la mitad de su rostro. ── Cuando la música termine, saldré a buscar a unos chicos.

La pelinaranja con algo de esperanzas levantó su mano con entusiasmo.
── ¡Oh! ¡Oh! ¿Me deja acompañarlo? ── exclamó, con una sonrisa de oreja a oreja.

── Debes de descansar, tener un ojo herido y vendado será un horrible problema, créeme. ── dijo el hombre pelirrojo, negando suavemente.

── ¡Ooh vamos hombre! Déjeme ir con usted ── volvió a exclamar, levantándose completamente de su asiento, apoyándose del hombro del albino.

La situación hizo reír a los presentes, estaban conociendo una faceta de Olib que no había mostrado y que no conocían.

...

El mayor traspasaba sus conocimientos a los chicos presentes, ahora estaba con la pelinaranja y el albino.

── Ah ustedes los veo con un buen ojo, así que quiero que con estos arcos que yo hice le intenten dar en el centro. ── Lucas les paso la arma que hizo el en unos de sus tantos tiempos libres.

Los dos menores asintieron con sus cabezas y empezaron hacer lo que les dijo su mayor.

──Debes cerrar un ojo. ── le dijo el albino distraído.

── Lo tengoo. ── alargó la última letra.

Soltó una risilla ante el despistado comentario del de mechón rojo.

Lo que se podría decir su entrenamiento no era difícil, sólo mejorar su puntería, o eso creía hasta que no le atinó ni una al centro de la rueda.

La flecha de Oliver estaba más cerca del centro.

Se cruzó de brazos indignada ante sus múltiples fallos, el chico soltó una risa ante su acción, pero aún así sabía que ella no descansará hasta poder mejorar aquella puntería que no tenía.

promises 'oliver'Donde viven las historias. Descúbrelo ahora