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.- Te lo pido cómo su hermano mayor.
Ambos nos sorprendimos, al igual que los que escuchaban alrededor. Quiénes frenaron su paso al oír eso.
- ¿Disculpa? -preguntó el pelinegro confundido.
Por mí parte comenzó a dolerme demasiado la cabeza, tanto que me sentía débil. Ya sabía que es lo que venía a continuación.
- Lo que escuchaste -pude alcanzar a oír con dificultad.
- Guy -pronuncié antes de que mí vista se empezará a ser borrosa.
- ¡_______!
Todo se volvió negro.
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.- ¡_______! -el pequeño despertó a la niña, quien se encontraba plácidamente dormida.
- Aléjate -contestó molesta, dándole una patada suave en su pecho. Para luego seguir durmiendo.
El no tuvo otra opción que cargarla en sus brazos y llevarla como una bolsa de papas.
- ¿Otra vez, enserio? -se quejó aún somnolienta.
- Ya sabes que a Papá no le agrada que lleguemos tarde -respondió mientras caminaba hacia la fogata.
El hombre, alto y robusto, cabello color negro y ojos marron claro. Se encontraba apagando el fuego con tierra.
- Buen día papá -saludó el mayor, bajando a la pequeña-. Ve a lavarte la cara -le ordenó.
La pelinegra obedeció desganada, pues la habían despertado de un sueño idealista para un nuevo invento.
Se agachó levemente para tomar un poco de agua del río en sus manos y pasársela por el rostro.- Hija -una mujer de ojos azules y cabello castaño apareció detrás de ella con una cubeta de madera.
- Madre -se sorprendió por su repentina presencia, dando media vuelta para mirarla mejor-. Buen día.
- ¿Cómo dormiste? -le sonrió amorosamente, entregándole la cubeta para que la llenará de agua.
- No muy bien -confesó desanimada.
- ¿Por qué?
La pequeña quedó en silencio por un momento, recordando aquel trágico sueño que había tenido la noche anterior.
- Tuve un poco de frío -mintió para no preocupar a la mayor.
La mujer le sonrió- La próxima vez hazme caso y ponte la piel de mapachoruga, es la más abrigada -concluyó antes de marcharse dónde estaban los dos hombres.
Ella observó el agua y suspiró, mientras notaba algo extraño en su reflejo, este se movía lentamente.
Volteó y vió como algunas pequeñas piedras temblaban. Se reincorporo rápidamente, pero segundos después ya no se movía nada.
- ______ -el mayor llamó su atención- ¡Vámonos, rápido!
Ella un poco desorientada obedeció al hombre, cargando un pequeño bolso con sus inventos y algunas armas que servían para cazar.
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.- ¡Lío, atrapame! -la pequeña se había lanzado de una roca alta hacia su hermano, para que esté la sujetara en su espalda.
- Ya deja de hacer eso -pronuncio el joven con dificultad, cargando el peso de la menor.
- Te estoy ayudando -mencionó la pelinegra.
- ¿Cómo?
- Para que tengas músculos y seas fuerte como papá -sonrió dulcemente, ganandose una buena razón.
- Me lo harías más fácil si dejaras de pesar tanto.
Ambos carcajearon por un momento.
- ¡Chicos, apurensen o nos dejarán atras! -hablo la madre refiriéndose a la pareja que estaba enfrente nuestro junto a su hija.
La niña bajó de los hombros y empezaron a hacer una carrera para alcanzar a sus Padres.
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.- Bien, descansaremos aquí -hablo el hombre frenando su paso, junto a las demás familias-. Felix encargate del fuego, las mujeres del agua y yo iré a cazar -ordenó, marchandose junto a su lanza.
Los niños se sentaron cerca del río, para descansar sus piernas de la larga caminata que hacían todos los días. Tratando de encontrar un buen lugar para instalarse.
- ¿Puedo ir contigo? -la de ojos azules le preguntó a su Padre con emoción.
- ¡Claro que no! -contesto en tono de burla-. Es muy peligroso para una niña indefensa -añadió antes de desaparecer de su vista.
La pequeña se desanimo por las palabras, pues le dolió que vinieran de su propio Padre.
- ¡Lío, ven conmigo! -ordenó el hombre cazador.
El tan solo le dedicó una mirada de compasión acompañada de una pequeña sonrisa. Levantando los hombros levemente antes de marcharse. Dando a entender que el no podía hacer nada en esta situación, pues debía obedecer al mayor.
La mujer le sobó el hombro para luego entregarle una cubeta. Se dirigió a buscar agua, mientras volvía a sentir ese pequeño y horrible tembleque en sus pies.
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.Desperté nuevamente, agradecida por ello. Encontrándome con una hermosa luna llena y un bello cielo estrellado. Acompañado de la linda mirada del pelinegro.
- _______ -la sostuvo entre sus brazos fuertemente-. Pensé que no despertarias.
- ¿Cuánto tiempo estuve dormida? -pregunté desorientada.
El se separó de mi para luego mirarme a los ojos. Entregándome un poco de agua fresca para que me despejara.
- Cinco horas -respondió cortante.
Mis ojos se abrieron sorprendída, nunca había estado tanto tiempo inconsciente.
- Pero no es lo único que importa -volvió a hablar Guy, reincorporandose del suelo para mirar detrás mío.
Me senté en la fuerte rama del árbol donde estábamos, para luego voltear suavemente hacia atrás. Encontrándome a quien menos quería ver en este momento.
- _______ ¿Podemos hablar?
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El mañana//Guy y Tu//TERMINADA [1°er Libro]
Fanfiction_________ es adoptada por la prehistórica familia, Los Croods. Desgraciadamente no recuerda nada de su pasado, ni de su verdadera familia, ni como llegó a aquella estricta cueva. La misma que junto a su hermana Eep, la detestan. Hasta que un día ll...