Al pasar de los días, Catherine tenía un semblante enfermizo y deprimente. Era imposible hacerla comer... Lo único que entraba a su estómago eran litros y litros de café, sin mencionar que también fumaba tanto que parecía una chimenea andante y parlante.
Un día decidió salir al parque a tomar un poco de aire fresco y poder disipar un poco la depresión por la que estaba pasando. La ausencia de George era más de lo que podía soportar.
Roger y Freddie estaban alarmados por su situación y no dudaron ni un segundo en hacérselo saber.
.-¡Cielo santo, mujer! ¡Estás del asco!.- Observó Freddie horrorizado.
.- Concuerdo con Freddie, Catherine... Luces peor que un pescado podrido, anda con nosotros a la cafetería a qué por lo menos puedas comer algo.- Reprochó Roger.
.-¡Qué halagador eres, Roger!.- dijo intentando sonar sarcástica.
.- Es que nunca comes nada, Catherine... Haz caso a lo que te decimos por primera vez en tu vida.- Surgió Brian.
Catherine bufó impaciente y no tuvo de otra más que ir con sus "tres mosqueteros"... Brian sería un perfecto Aramis, Freddie sería D'artagnan y Roger, Athoz.
Pidió un jugo de naranja y un pay de queso, que era su favorito. Engulló todo su desayuno rápidamente.
.-Sabemos que te hace falta tu Harrison, pero debes continuar con tu vida...No está bien que no comas y solo te la pases deprimida.- Dijo Roger.
.- ¡Oh, si! Tengo una gran idea. Daré una fiesta en mi casa e invitaré también a los amigos de George. Las pláticas con Lennon son de lo más excitante.- Sugirió Freddie.
.-No creo que me sienta muy bien para asistir a una fiesta, Fredd.- Murmuró Catherine con cierto aire de fatiga.
.- Sin peros, niña. Te ayudará a sentirte mejor y no se hable más del asunto.- Ordenó Freddie.
ESTÁS LEYENDO
And I Love Him Parte I// A George Harrison's Love Story (+18). Finalizada
FanfictionCatherine Jacobs pelea contra sus instintos carnales y todo lo que siente hacía su maestro de música, George Harrison, a pesar de su relación formal con su novio, John Richard Deacon... Sabrá que su vida no podrá ya ser jamás la misma por los encuen...