Una pila de cómics resultó volverse en una serie y después de haber estrenado los primeros capítulos hay un personaje nuevo y no tienen quien lo interprete pero hay una solución para eso.
_____ Marflew Young, más conocida como _____ Young desde que...
— Wow wow, lo siento tanto —dijo Lana— me mandaron por ustedes pero no pensé que fueran a hacer algo.
— No-no pasa nada —dije con una risa nerviosa y di un paso para atrás alejándome de Benjamín.
— Bueno, vamos con los demás —dijo Lana.
Lana se hizo a un lado y yo salí primero, caminé por delante pero ellos se quedaron atrás y pude notar como se susurraban cosas.
— ¿Qué tal se la han pasado? —preguntó Liam alzando sus brazos en forma de abrazo, sin duda el chico ya se había pasado de copas.
— Al parecer muy bien —comentó Ricky riendo.
Bueno, ¿qué pasó en estos siete minutos?
— No pasó nada —dije con una risa nerviosa mientras me sentaba en el sofá y me ponía un cojín en mis piernas.
— Si claro y yo soy Kim Kardashian —dijo Ricky.
Al parece la única persona sobria era Lana, Benjamín y yo.
— ¡Vamos a bailarrr! —gritó María y se levantó del suelo como pudo y caminó a la bocina y le subió más a la música mientras bailaba.
Los demás se pararon a bailar con ella.
— Yo iré por una bebida —dijo Lana y tomó de la mano a Benjamín y se lo llevó a la cocina.
Yo me quedé en el sofá observando a los demás como bailaban mientras se abrazaban y gritaban, de repente Ricky se separó y se acercó a mi.
— ¡Vamos a bailar! —dijo en voz alta mientras tomaba mi mano tratando de levantarme.
Hizo fuerza para levantarme pero no pudo y lo que sucedió después es que se cayó encima de mi, empezó a reír.
— Está bien, vamos —dije mientras me levantaba con el encima.
Maria me tomó de la mano y me acercó a ellos, la verdad empecé solo a mover la cabeza ya que soy pésima para bailar y conforme pasaban los minutos los demás chicos me animaban más así que empecé a bailar más, algo que noté mucho era a Ricky y a Taylor muy juntitos bailando animadamente.
Maria me dió de su vaso y sin haberlo pensado le tomé, sentí ardor en mi garganta y solté un grito grave.
— ¿Qué es esto? —pregunté.
— No tengo la menor idea —contestó riendo.
Ah bueno.
Seguimos bailando y de repente mi mirada se posó en Benjamín.
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Traté de ignorar su mirada pero me resultó imposible, me alejé de ellos con la excusa de dejar el vaso en la mesa y Lana y Benjamín estaban sentados en el sofá muy juntos, parecían abrazados, ellos observaban a los demás pero en este caso me veían a mi.
— ¿Ya te cansaste? —preguntó Lana.
— Solo vine a dejar el vaso si es que quiero sentirme bien mañana —contesté mientras ponía el vaso en la mesa de centro— ¿ustedes no se han aburrido?
— Es divertido verlos bailar —contestó Benjamín antes de darle un sorbo a su bebida.
No dije más y me senté en el sofá de al lado mientras observaba como bailaban los demás, Ricky se acercó y se aventó a mi lado para luego pasar un brazo por mis hombros.
— Ya me cansé —dijo— y me duele la cabeza.
— ¿Ya te quieres ir a casa? —le pregunté.
Ricky negó con la cabeza y después la colocó en mi hombro.
— ¿Quieres algo de tomar? Para bajarte el dolor de cabeza —dijo Lana.
— Por favor, no aguanto el dolor —contestó Ricky.
— Está bien, vamos.
Ricky se levantó al igual que Lana y la siguió a la cocina dejándome sola con Benjamín, volteé a ver el suelo mientras veía mis pies moviéndose.
— ¿Quieres algo de tomar? —preguntó, sin mirarlo negué con la cabeza.
Levanté la cabeza y la recargué en el sofá mirando al techo.
— Tengo sueño —dije.
No obtuve respuesta de Benjamín pero sentí como se sentó a mi lado y recargó la cabeza en el sofá con vista al techo.
— Estamos igual —contestó.
Su mirada se posó en mi, volteé a verlo y una sonrisa se nos formó en el rostro.
— ¿Puedo?
Asentí con la cabeza sonriente y el movió su cabeza en mi hombro, se movió para acomodarse y yo solo sonreí. Recargué ligeramente mi cabeza encima de la suya y me quedé viendo la mesa sin razón alguna.
— Si tienen sueño pueden dormir en la habitación de arriba —dijo Lana de repente mientras se sentaba con Ricky en el sillón de enfrente.
— Muy graciosa —dijo Benjamín, agache la mirada y tenía los ojos cerrados por lo que podía ver sus cejas y pestañas de cerca.
— ¡Viva el amor! —gritó Ricky levantando su vaso al aire y los que estaban bailando voltearon y gritaron.
— ¿En qué momento estos se volvieron novios? —le dijo Liam a Lana y ella solo se limitó a reír.
Liam y Taylor se aventaron al sofá junto a Maria y Damián.
— Tengo hambre —dijo Liam mientras abrazaba el cómodo cojín gris.
— Yo pudo hacer la comida —gritó Noah y se levantó del sofá pero su peso le ganó y volvió a caer.
— Tú siéntate, yo lo haré —contestó Lana levantándose del sofá mientras se acomodaba la chaqueta.
Lana fue a la cocina y me quedé callada viendo a los demás, Taylor se levantó para ir con Ricky y ambos empezaron a charlar muy de cerca y unas sonrisas en su rostro. Maria estaba compartiendo babas con su novio Damián y Noah solo observaba su vaso como si de una escultura se tratara.
Quería ir a ayudarle a Lana pero al parecer Benjamín ya se estaba quedando dormido.
— ¿Ya te dormiste? —le susurré a Benjamín.
— No te vayas —contestó adormilado y con su mano me abrazó la cintura.
