𝐢𝐧𝐭𝐨 𝐲𝐨𝐮 | benjamin wadsworth

57. La prueba sorpresa

Ese fin de semana en casa de mis abuelitos fue un alivio para mi cuerpo y mi conciencia, nos quedamos en su casa a hacer postres y cuando los gemelos salían al rió con mis abuelos Ricky y yo nos quedábamos en casa a platicar con mis padres o tomar chocolate caliente, en fin, fue asombroso.

No lo creerán pero en ningún momento tocamos nuestros celulares ya que también la señal era nula y también me traía paz interior.

En estos momentos vamos de regreso a la ciudad ya que mañana regresamos a días hábiles, llegando a casa de Ricky nos quedamos un rato a platicar con sus padres de cómo había estado todo hasta la noche que regresamos a nuestra casa.

Benjamín

Estas dos benditas semanas fueron eternas, el rumor de si era mío o no Stella aún no decía nada al respecto por lo que se me hacía sospechoso pero mejor para mi. Hoy por fin era el día en el que la llevaba para hacer la prueba pero ella no sabía, ayer hice una cita y me la dieron a las cuatro de la tarde así que cité a Stella una hora antes en mi casa.

Con respecto a ______ no hemos hablado ni nos hemos visto, tampoco sube nada a sus redes sociales, como si estuviera desaparecida y Ricky lo único que me decía era que estaba feliz pero ¿de qué?

______

Maldita escuela, por culpa de ella ahora no puedo salir ni usar mi celular a menos de que sea con fines académicos y les contaré el porqué. Hace unos días le hablaron a mis padres porque había faltado dos días seguidos a la escuela pero no fue intencional, bueno solo un poco, la primera fue porque me había quedado dormida hasta tarde por estar viendo el celular y mi madre me llamó la atención pero no la escuché y cuando le dijeron que había llegado a mitad del día me castigaron el celular, y el segundo día llegué bien pero me quedé como tonta viendo una práctica de fútbol americano que perdí otra mitad del día y ahí me prohibieron visitas a menos que sea Ricky.

Ahorita estoy en casa leyendo un libro, mi madre salió a comer con sus amigas y papá se quedó a ver un partido con sus amigos. El timbre suena pero le resto importancia ya que puede ser otro amigo de papá o la pizza que pidió.

— ¡______! Baja.

Ay no, ¿ahora yo que hice?

Me puse mis pantuflas y bajé.

— Te buscan en la puerta, te dejaré saludarlo pero nada más, el no entra ni tú sales.

Así que es un chico, tal vez sea mi paquete que encargué la semana pasada.

— Está bien —contesté, el regreso a la sala y yo abrí la puerta.

— ¿Y tú qué rayos haces aquí?

— Quería disculparme contigo —era Lucas— lo que dije esa noche no fue lo correcto y tú sabes que yo no soy así, solo que ese día me invadió el coraje porque esa noche vine a tu casa para ver cómo estabas respecto a todo los rumores porque te llamaban cosas horribles por culpa de él y cuando llegaste y dijiste que era tu novio me cayó como bomba.

— Te diré que me enojé mucho contigo porque eras la persona de la que menos me esperaba ese comentario.

— Lo se, te pido perdón de nuevo.

— ¿Sabes que? Te voy a perdonar porque si pero no esperes que te tenga la misma confianza y cariño.

— Bien, ¿amigos?

— Amigos —estrechamos la mano.

— ¿Y cómo has estado? —preguntó.

— Dentro de lo que cabe bien, ¿y tú?