47. De Visita

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Nuestro pequeño juego tuvo duración de alrededor tres horas hasta que paramos y nos dio hambre, por más que quisiera comérmelo de nuevo eso no llenaría mi estómago, puede que la boca si pero no el estómago.

— Te haré algo de cocinar, ahora regreso —dejó un beso en la comisura de mis labios, se quitó la sábana de encima y se levantó para tomar sus bóxers y colocárselos, de un cajón sacó unos shorts negros y se los puso.

Salió de la habitación y yo me quedé derrotada en la cama, quería ayudarle pero el cansancio me ganaba, me quedé mirando el techo por unos minutos hasta que decidí tomar el valor de levantarme pero volví a dejar caer mi cuerpo en la cama aunque tenía que ayudarle en algo a Benjamín. Me levanté con todas mis fuerzas y me recargué de la mesita de noche, tomé mi ropa interior y me la puse, tomé la playera que estaba usando Benjamín y me la puse quedándome como un pequeño vestido, bajé las escaleras hasta llegar a la sala, tomé mi mochila y de ahí saqué mi celular, tenía varios mensajes de Ricky.

 Me levanté con todas mis fuerzas y me recargué de la mesita de noche, tomé mi ropa interior y me la puse, tomé la playera que estaba usando Benjamín y me la puse quedándome como un pequeño vestido, bajé las escaleras hasta llegar a la sala, tomé ...

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Le contesté al rato te contaré como me fue ;). Volví a guardar el celular y llegué a la cocina con trabajos, estaba de espaldas trabajando en la estufa, se veía tan lindo y sexy, en su espalda tenía marcas rojas de mis actos y moretones en su cuello, el me los había hecho de nuevo y ahora yo tuve que aprovechar y hacérselos yo también. Me recargué en la barra y el volteó con una sonrisa burlona.

— ¿Todo bien? —comentó sin dejar de hacer lo suyo.

— Ja ja, yo estoy bien —contesté— No se como voy a llegar a mi casa así, tengo marcas tuyas por todo el cuerpo —dije y el se acercó abrazándome por detrás.

— No llegues a casa —susurró en mi oído dejando un beso en la parte de atrás de mi oreja.

— Eso es imposible, tengo escuela mañana.

— Te puedo ir a dejar yo, al fin tienes tu mochila aquí —contestó y yo me quedé pensándolo.

— Puede ser, le diré a Ricky que me cubra para decirle a mis padres que me quedaré con el.

— Me parece bien —volvió a besar atrás de mi oreja y se separó para seguir poniendo carne en un sartén.

Me levanté y fui por mi celular, al llegar al sofá me dejé caer en el. Tomé mi celular y regresé a la cocina, el olor invadió mis fosas nasales y sonreí de lo rico que olía. Saqué mi celular y empecé a mandar mensajes.

 Saqué mi celular y empecé a mandar mensajes

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𝐢𝐧𝐭𝐨 𝐲𝐨𝐮 | benjamin wadsworthDonde viven las historias. Descúbrelo ahora