03. Una Llamada

3.1K 248 42
                                    


Me levanté al sentir un golpe en en mi trasero, me paré de golpe y tardé en procesar lo que tenía enfrente.

— Apuesto a que me extrañaste idiota —dijo mi hermana.

Nos dimos un abrazo.

— ¿Por qué estás durmiendo en el suelo _____? —preguntó mi madre, Quinn.

— Nada más, me gusta dormir en el suelo de la calle —contesté y me llevé un golpe en la cabeza de parte de mi madre— olvidé mis llaves adentro.

Mi padre abrió la puerta y todos entramos pero a mi me tocó cargar las maletas de mi hermana Jane solo por haberle contestado a mi madre. Jane es mi hermana mayor por 5 años y ella está viviendo en Nueva York junto a su mejor amiga en un penthouse.

— ¿Y ese milagro que estás aquí? —le pregunté después de dejar las maletas en la escalera.

— Willow ha tenido que viajar de emergencia a Brasil con su hermano porque se sintió mal y decidí aprovechar el tiempo con mi familia aparte de que estoy de vacaciones.

— Espero y se mejore su hermano —contesté.

— Gracias, vamos a cenar que muero de hambre —dijo mi hermana mientras caminábamos a la cocina.

— _____ fue a hacer una audición hoy —comentó de la nada mi padre.

— ¿En serio? ¿De qué es o qué trata? —preguntó Jane contenta.

— De mi serie favorita, Deadly Class.

— ¿Es esa serie donde fuman y tienen relaciones? —preguntó y papá la señaló dándole un punto a favor.

— Esa misma, hoy conocí a la chica que hace el papel de Petra —dije emocionada.

— Wow, eso es asombroso —dijo mi madre.

— Te felicito hermana, espero y te den el papel.

— Gracias, espero y si, mañana llamarán a la persona que escogieron.

(...)

Abrí los ojos y lo primero que hice fue ver la hora, eran las 10:28. Me quedé acostada otro rato disfrutando del bello sábado hasta que abrieron la puerta y mi padre entró.

— Te llaman —dijo tranquilamente.

Me levanté de golpe y corrí hasta el piso de abajo al teléfono, mi estómago sintió cosquillas.

— ¿Te han marcado? —preguntó Ricky en el teléfono.

Mi entusiasmo se fue por el caño.

— Idiota me espanté, pensé que eran ellos —dije.

— Lo siento, tu teléfono me manda a buzón y quería saber.

— Es cierto, olvidé conectarlo anoche, pero no, no me han llamado.

— Bueno, ya estoy ahí en cinco, adiós.

Colgué y subí a arreglarme con algo cómodo, no tanto como la pijama pero algo para estar en casa, minutos después se escuchó la puerta principal.

Bajé para ver a Ricky saludando a su segunda familia.

— Si nos disculpan —dijo Ricky y subió las escaleras conmigo y fuimos a mi habitación— dime que no te han marcado.

— No y me estoy poniendo nerviosa.

— Tranquila, vamos a jugar Xbox mientras esperamos —dijo.

Prendió la tele y el Xbox, me pasó un control y empezamos a ver que jugar.

— En Minecraft he terminado mi casa, ¿qué te parece si jugamos Halo? —preguntó.

Le dije que si y empezamos a jugar por horas, revisé la hora de reojo en mi celular y ya eran las seis, casi las siete.

— No puede ser, ya casi es de noche y no he recibido ni una llamada.

Mi celular comenzó a sonar en ese preciso momento pero de notificaciones.

— Tienes notificaciones —me dijo Ricky sin dejar de jugar.

— Lo se, ellos dijeron que llamarían y ninguna notificación es de ellos —contesté mirando la pantalla y presionando botones en el control.

Seguimos jugando pero las notificaciones no pararon.

— ¿Ahora que? No he confesado ningún secreto —me pregunté a mi misma y dejé el juego de lado para desbloquear mi celular.

Iba a entrar a Instagram pero entró una llamada de un número desconocido.

— ¡Deben ser ellos! —grité y Ricky volteó emocionado.

— ¡Deben ser ellos! —grité y Ricky volteó emocionado

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Contesté y puse el teléfono en altavoz.

— ¿_____ Marflew Young?

— Con ella habla —contesté tratando de sonar lo más tranquila posible.

— Somos de Syfy y queremos anunciarte que te has quedado con el papel del personaje nuevo, mañana tendremos sesión de fotos con los demás integrantes y nos gustaría tenerte ahí.

— Claro que si.

— Asombroso, por correo te mandaremos la dirección y la hora.

— Muchas gracias.

— No hay de que, hasta luego.

Colgó y aventé el celular a la cama, Ricky y yo comenzamos a brincar y a gritar como locos por un largo rato hasta que entraron mis padres junto con Jane.

— ¡He conseguido el papel! —grité y ellos dieron un grito y aplaudieron.

Entre todos nos dimos un abrazo.

— Tenemos que celebrarlo —dijo mi padre.

— ¡Pero claro que si!

littlewadsworth

𝐢𝐧𝐭𝐨 𝐲𝐨𝐮 | benjamin wadsworthDonde viven las historias. Descúbrelo ahora