55. Un descanso

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El último día de grabación fue muy emotivo al final del día porque todos dieron unas palabras muy bonitas incluyéndome, los de nuestro círculo cercano y yo fuimos a un arcade, el 'espacio' que teníamos Benjamín y yo lo ignoré y le hablé como amigos, tal y como el quería y se sintió muy bien. Nos tomamos muchas fotos que subimos a las redes sociales hasta que dieron las diez de la noche, la hora en la que cerraban el lugar así que ahí nos despedimos en el estacionamiento de la plaza y cada quien fue a su casa.

Llegué a mi casa cansada pero todavía tenía que hacer unos trabajos de la escuela así que me quedé despierta hasta las tres de la mañana, solo iba a dormir tres horas así que mejor me quedé despierta leyendo un libro, levanté la vista y ya estaba amaneciendo. Me di una ducha y me puse un overol negro con una playera blanca rayada por debajo y unos converse blancos, ya que aún tenía tiempo empecé a jugar con mi cabello hasta que terminé haciéndome dos chongos. El sueño me comenzó a invadir pero ya tenía que prepararme para la universidad así que no dormiría hasta regresar; bajé a la cocina para hacerme un rico cereal, antes de darle la primera probada mis ojos se empezaron a cerrar, solté la cuchara y el sueño me ganó ocasionando que mi cabeza se dejara caer y justo en el plato con cereales.

Me levanté de golpe tratando de razonar que había pasado y tenía la cara toda llena de leche, ese fue mi empujón para despertar por completo. Me sequé la cara y fui al baño a lavarme, regresé y me comí el cereal de todas maneras. Terminando fui a arreglarme y corrí a la habitación de mis padres, les dejé un beso en su frente y salí de casa corriendo, me subí a la bicicleta y manejé hasta la escuela.

Hoy era el último examen así que sentía más alivio, me encontré con Ricky donde siempre y los dos fuimos a clases.

— ¿Por qué tienes el cabello tan tieso? —preguntó de la nada Ricky mientras caminábamos al salón tocando un mechón que tenía suelto.

Le conté la historia y se empezó a reír tan fuerte que un profesor lo tuvo que callar.

(...)

— Por fin unos días de descanso —dijo Ricky alzando los brazos contento.

— Lo se, y hablando de descansos...

— ¿Qué pasa?

— Mañana temprano iremos a casa de los abuelos y queríamos saber si querías ir —el se quedó pensativo.

— Mañana mis papás salen por lo que ahora yo tengo que cuidar a los gemelos, si ellos van entonces si.

— ¡Claro! Hace tiempo no escucho las aventuras de Percy y créeme que a los que más les va a dar gusto verlos son los abuelos.

— Tienes toda la razón, ellos son sus segundos abuelos —rió.

— Hasta luego quedamos en el olvido por ellos —reí y el me dio la razón— bueno, nos vemos mañana y no olvides preparar las maletas.

— Nunca, nos vemos mañana —hicimos nuestro saludo especial y empezamos a andar en nuestras bicicletas.

A partir de hoy será raro volver a casa después de la escuela ya que estaba acostumbrada a ir a grabar pero eso había terminado.

De tanto pensar en eso salí volando de la bicicleta al no frenar a tiempo y un carro me estrelló, me quedé ahí unos segundos hasta que vi todo negro y me desmayé.

No es cierto, solo fue un empujoncito así que no tenía huesos rotos ni nada, la señora que iba manejando me empezó a gritar de cosas y solo levanté mi bicicleta y seguí mi camino como niña regañada.

Llegué a casa y mi padre estaba cocinando unas ricas enchiladas, me quedé con el platicando en lo que le ayudaba, mamá llegó a casa y los tres comimos juntos, después de lavar los platos subí a mi habitación y me quedé dormida en cuestión de segundos una vez que toque la cama. Desperté antes de la cena y mis padres estaban viendo un partido de fútbol así que decidí hacer de cenar unos hot dogs ya que eran rápidos de hacer, se los llevé para que cenaran y me quedé ese rato con ellos hasta que terminó a medianoche, antes de dormir los tres hicimos una pequeña maleta con varias mudas de ropa para el sábado, domingo y lunes.

Otra vez volví a dormir poco y mis ojeras ya eran más notorias ya que toda esta semana no dormí más de cuatro horas. Pasamos a recoger a los Toussaint a su casa y por ahí saludamos a sus padres y los gemelos salieron corriendo con sus mochilas rebotando detrás de ellos y con una sonrisa a saludarnos.

— Antes de que nos vayamos tomen mami y papi —dijo Nico parándose de puntitas dándoles una hoja con un dibujo— para que no nos extrañen.

— Oww gracias campeón —le dijo Mason, su padre.

— Los vamos a extrañar —dijo ahora su madre Cassie agachándose para darles un beso en la frente a cada uno.

— Aww, ¿por qué nuestra hija no salió así? —dijo mi madre.

— Yo te quiero mami —me acerqué con los labios puestos para darle un beso en su mejilla y ella me puso su mano en mi cara causando una risa de mi papá y Ricky que habían visto todo.

— ¡Tíos! —corrieron a mis padres y ellos se agacharon a darles un abrazo y cargarlos en sus brazos.

— Se divierten mucho, nos avisan cómo va la cosa —nos dijo Cassie.

Nos despedimos de sus padres y todos subimos a la camioneta, atrás iban los gemelos, en medio Ricky y yo, y hasta adelante mis padres. El viaje comenzó y mi madre puso una película para los gemelos pero Ricky y yo terminamos viéndola porque ellos se quedaron dormidos a mitad de la película. Cuando terminó nos pusimos a platicar mis padres y nosotros abriendo un debate sobre la pizza con piña que al final no quedamos en nada así que mejor empezamos a hablar de algunas cosas al azar.

El camino era de cuatro horas y ya llevábamos tres así que aproveché esa hora que quedaba para dormir.

littlewadsworth

𝐢𝐧𝐭𝐨 𝐲𝐨𝐮 | benjamin wadsworthDonde viven las historias. Descúbrelo ahora