XXI

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Prueba •

CDMX se encontraba vomitando en la habitación que compartía con Viena, mientras está la miraba desde la puerta con preocupación.

- Pinche Viena te dije que te lavaras la manos imbécil - Se quejó Ciu cuando se levantaba y jalaba la llave del inodoro.

- ¿Crees que es solo eso? - Preguntó con preocupación Viena.

- Pos si, o ¿Qué más sería? Ya con esto que me salió lo malo se me pasa - Dijo Ciu muy tranquila, pero en el medio del pasillo mientras caminaba a su habitación, un gran mareo la aturdió, Viena se fijó en en esto y la tomó del brazo antes que cayera.

- Ciu, en serio me preocupa, ¿Tu gobierno está bien? -

- Mira Viena, me gobierno está de la chingada, pero todas las repercusiones siempre las tiene mi papá, jamás he tenido una repercusión yo, así que eso no es, además que el wey ahorita no está tan mal - Dijo Ciu sentándose en un sillón con la ayuda de Viena.

- Voy a decidir creerte - Dijo Viena resignada.

- Mira wey, vete ya ¿Si? Tu novio te espera y yo me quedaré aquí viendo una película o una mamadera así y si me siento mal me tomaré un agua sin gas, no hagas tanto pedo - Dijo Ciu mientras encendía la televisión y se cubría las piernas con una sábana.

- Está bien, pero le diré a Moscú que esté al pendiente - Dijo Viena dándose la vuelta tomando su celular en sus manos. Estaba buscando el contacto de Moscú cuando algo impactó en sus manos y se llevó en celular consigo.

- Ni se te ocurra pinche huerca - Dijo CDMX, quien había lanzado un cojín haciendo que el celular de Viena cayera.

- ¿Qué te pasa enferma? - Dijo Viena con indignación recogiendo su celular - Moscú es tu novio y tiene que saber si vas a morir -

- No voy a morir pendeja, en serio estoy bien, vete ya -

- Está bien, no me esperes despierta - Luego de esto salió de la habitación.

[...]

CDMX se estaba muy concentrada en la película cuando sintió un fuerte olor a pepinillos, los odiaba. De la nada sintió unas fuertes náuseas. Realmente se preocupó porque ni la medicina ni e descanso le permitieron sentirse mejor.

Recordó cómo habían llegado a esta situación.

(...)

Se encontraban llegando a la habitación a eso de las 2 am junto con Nevada cuando una oleada de frío la invadió. Se debilitó mucho y tuvo que sostenerse del brazo de su hermana para poder seguir de pie, pues se sentía realmente mal.

Ella creyó que había tomado de más.

Llegaron a la habitación y Viena estaba dormida, sin embargo, logró escuchar que llegaban.

Viena se levantó muy preocupada y al no obtener ninguna respuesta decidió escribirle a México por una respuesta.

Luego de sentirse muy mal, su hermana y Viena llegaron al acuerdo de quedarse con ella pero debía dormir. Trato durante media hora hasta que lo consiguió, sin embargo, a las 7 am del dos siguiente ya se encontraba vomitando en el baño.

(...)

Tocaron la puerta de la habitación y CDMX se dispuso a ir a abrirla, iba en el camino cuando un marea muy intenso, más que los anteriores, la atacó. Un fuerte dolor de cabeza también se hizo presente y no pudo sostenerse de nada pues no había nada cerca así que sólo cayó y cerró sus ojos. Se desmayó.

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