Attack on 51

XXXVII

Yucatán despertaba poco a poco por el fuerte olor que había en su nariz a causa del alcohol en un algodón que gabina puesta cerca de esta para que despertase.

- Eso - Dijo Berlín mientras veía como la chica iba despertando poco a poco - Siéntate un poco - Dijo tomando su espalda para ayudarla a sentarse.

- ¿Qué pedo? ¿Qué pasó? - Preguntó tomando su cabeza la cual dolía demasiado.

- A decir verdad, no se - Rio nerviosamente por no saber explicarle a la chica que había pasado.

-Mames ya se donde están - Dijo levantándose rápido pero luego de eso se mareó y tuvo que sostenerse del brazo de Berlín para no caer.

- ¿Tú también estás en cinta? - Preguntó curioso Berlín.

- Ay wey no sabía que los dedos embarazaban - Berlín la vio confundido pues no había entendido sus palabras - No mames y ¿Quién más? - Preguntó con curiosidad.

- Tu hermana ¿No? - Dijo con tranquilidad Berlín.

- ¿¡CIUDAD DE MÉXICO QUE!? - Preguntó exaltada Yucatán.

- Creo que no sabías - Dije nervioso.

- No te creo - Dijo para caminar hasta donde su hermana, que estaba en salida del avión para bajar y hacer el papeleo y recoger su maleta, que, al estar en un aeropuerto privado de USA en España, se hacía dentro de este mismo, con privacidad.

Cuando llego donde su hermana la tomó del antebrazo durante unos dos segundos y luego soltó su brazo bruscamente por la sorpresa.

- No mames Ciudad de México... - Había susurrado aquello de la gran sorpresa que había recibido.

Entre las cosas "mágicas" como las demás lo llamaban, que podía hacer, era percibir cuando había más de un ser en el cuerpo de otra persona.

CDMX al haber aceptado bien la noticia, había creado otra alma y eso es lo que había percibido Yucatán.

- ¿Qué pedo? ¿Qué pasó? - Preguntó confundida la capital - ¿Ya te sientes mejor? -

- No me vengas con esas mamadas - Dijo enojada Yucatán, cuando vio venir a Moscú - ¿De este wey? ¿Neta? - Preguntó señalando a Moscú - ¿Te das cuenta del pedo en el que nos metiste? Porque no fue solo a ti fíjate, como Estados Unidos Mexicanos, no podemos tener unión de una manera tan directa, ¿Cómo vamos a tener algo de él? ¿Un chama-? - Antes de terminar la oración Viena la tomó desprevenida para callarla poniendo su mano en su boca desde atrás.

- ¿Qué pasa conmigo? - Preguntó con su común seriedad Moscú.

- Que tienes pendejez de más - Dijo Yucatán cuando Viena la soltó.

- No pasa nada contigo, Moscú - Dijo tajante CDMX, por lo cual todos pudieron ver el desequilibrio y la tristeza en el rostro de la capital Rusa, pero todos decidieron callar.

A los pocos segundos Moscú logró recuperar su mirada seria.

- Tú y yo vamos a hablar pendeja - Dijo sería Yucatán para luego irse a otra parte del aeropuerto.

A los pocos minutos comenzaron a escucharse unos disparados dentro de aquel aeropuerto privado.

Entraron cuatro hombres armados y con pasamontañas, detrás de ellos unos 10 hombres más.

Uno de los hombres, tomó a Viena y le inyectó algo en el cuello que hizo que a los pocos segundos esta, quedara inconsciente. Berlín trató de ayudarla, pero en el camino recibió un disparo en la pierna lo cual le dificulto dicha acción.