XXVIII

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Secuestro •

México se encontraba en la habitación de Chile, luego de más de una hora llorando, al fin se había logrado quedar dormido, cuando su celular comenzó a sonar, era Estocolmo.

Lo más rápido que pudo colgó la llamada para no despertar a Chile, si era tan importante le mandaría un texto.

Luego de unos minutos su celular volvió a sonar, pero esta vez era CDMX. Dos llamadas de capitales, podría ser algo serio. Al ser su hija, decidió salir al pasillo para contestar.

- ¿Hola? -

- Please don't cut me off, they kidnapped Anne (Poe favor no me cuelgues, secuestraron a Anne) - Dijo Estocolmo por medio del celular.

- ¿Qué? -

- Yes! We are returning to the hotel after dinner and they kidnapped her (¡Sí! Regresamos al hotel después de la cena y la secuestraron.) -

- Dime detalle a detalle ¿Okey? -

Estocolmo comenzó a contar todo a detalle.

Estocolmo había salido a comer con Anne, quería, de alguna manera, ayudarla a sentirse mejor.

Desde lo que pasó, pese a no tener una relación estrecha con Anne, la había visto antes y era muy alegre y activa, en cambio ahora, estaba permanentemente decaída.

Para Anne había sido muy difícil enterarse que su vida había sido una mentira, su matrimonio lo había sido. Fue muy difícil ver a la mujer que era como su mamá en estado de coma. Fue difícil pensar en que sus amigos podrían sufrir lo mismo que ONU, o correr peligro.

Las dos chicas iban caminando en la noche por una calle no tan transitada y oscura.

Dos hombres se encaminaron hacia ellas. Tenían un pasamontañas y estaban vestidos completamente de negro, estaban armados y era corpulentos.

Anne sabía defenderse y tenía mucha fuerza, pero seguía siendo humana, y estando débil por las cosas que estaban pasando en su vida.

Los hombres las tomaron del cuello a ambas, paralizando a Estocolmo, por no tener fuerza y no sabes defenderse. Anne por su parte, trato de defenderse pero algo fue inyectado en su brazo derecho, algo que rápidamente le hizo efecto porque a los minutos comenzó a ceder.

Estocolmo forcejeaba con el hombre que la tenía agarrada y este al sentir como la capital comenzaba a morder su mano, no tuvo más opción que dispararle tres veces en el abdomen.

Estocolmo no era tan joven pero no poseía resistencia tan alta al dolor o a las heridas, su proceso de sanar no era tan lento como el de un humano, pero tampoco tan rápido como el de un país.

Luego de eso la dejó caer y se fueron corriendo con el cuerpo inconsciente de Anne, en brazos.

Estocolmo se sentía impotente por no poder hacer nada, pero el dolor en su abdomen era muy intenso y no podía moverse para nada.

Pasada una media hora, una mujer de unos 30 años, pasó cerca de ella, preocupada, le ofreció ayuda y la llevó hasta el hotel.

Una vez en el hotel; pidieron una silla de ruedas y así pudo movilizarse a su habitación para ir tras su celular, que para su mala suerte no había llevado.

Llamo a su mamá, pero esta con contesto, llamo a Santiago, pero tampoco y asumió que estaba dormido, llamo a México pues sabía que era cercano a Anne y tampoco contestó.

Attack on 51Donde viven las historias. Descúbrelo ahora