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Cita •

Todos los países estaban alterados por las acciones de ese día, muchos pensaban en medio de su desesperación que no les quedaba mucho tiempo de vida, así que decidían tomar riesgos. Un país femenino, Austria, decidió tomar el riesgo y enfrentarse al amor que ha estado en su corazón desde su infancia.

- Tengo mucho miedo, él se ve tan serio que da miedo, estoy segura que me rechazará - Dijo Austria muy rápido.

- (Necesitas tranquilizarte, todo va a salir bien) - Dijo Estonia muy segura. Las chicas iban llegando a la casa del ruso.

Tocaron la puerta y nadie respondió. Volvieron a tocar y nada. Pensaron que no había nadie en casa y que deberían volver después, pero vieron a Rusia acompañado con México, se veían muy alegres caminando juntos. Cuando llegaron a la puerta se dieron cuenta de las dos señoritas ahí, en la entrada de la casa.

- Hola Estonia, hola Austria - Dijo México con una sonrisa amable.

- ¿Qué hacen aquí? - Dijo Rusia de manera muy seria.

Austria tomó valor - Vine a proponerte una cita - Dijo Austria con una gran sonrisa - Quisiera saber si el jueves a las 16:00 tiene tiempo - Dijo y luego suspiró.

México se quedó helado, le parecía innecesario estar ahí, Rusia le dijo que le gustaba, pero nunca le dijo si quería ser su novio. México antes de escuchar la respuesta de Rusia se despidió diciendo que tenía un fuerte dolor de cabeza y que esperaba verlas pronto, se encaminó a su casa decaído, recibió una llamada de Brasil, donde este le decía que si quería ir a su casa, que una gran parte de sus hermanos ya se encontraban ahí para tomar. Él por su despecho aceptó.

En la casa de Rusia, Rusia muy amablemente se negó a la invitación de la chica rubia. Luego las chicas se retiraron, sin embargo las chicas no iban a perder sus esperanzas en que Austria saliera con aquel chico.

México iba llegando a la casa donde estaban sus hermanos, la mayoría no estaban del todo felices, pero creían que una "fiesta" podría hacerlos distraer un rato de los problemas que se hicieron a causa de esta catástrofe.

- Ya llegó el alma de la fiesta que tanto necesitaban - Llegó México gritando.

Todos sus hermanos hicieron una gran algarabía, y le subieron el volumen a la música. Ya pasando las horas, como a las 2 am, una gran parte ya se había retirado y la que no, estaban completamente ebrios. Colombia y México estaban hablando.

- ¡Entonces! Corea le dijo "Colombia es tan bonita" y se lo dijo a su hermano y me puso tan feliz, porque me encanta tanto Corea - Dijo Colombia alargando cada "Tan" que decía.

- No mames que chingona, el tripaloski me dejó por irse con la princesita Austria y Anne ya no estará conmigo, mi vida va malísima - Dijo México con ganas de llorar.

- No me joda parce, ¿Usted se quiere culiar al ruso? - dijo Colombia sorprendida.

- No quiero, ya lo hice pendeja, pero el wey sólo quería eso y prefiere tener una relación como tal con esa - Dijo México desanimado.

En la casa de Rusia, Rusia estuvo llamando toda la noche a México, este no respondió a ninguna de sus llamadas, así que decidió ir a buscarlo con una caja de chocolates. Tocó la puerta y esperó hasta la 1 am, pero México ni abrió ni llegó a la casa. Rusia muy desanimado y preocupado regresó a su casa.

Al día siguiente todos los países tenían que ir a la torre, para una reunión donde se darían indicaciones de que pasaría con cada uno de los países, donde se quedarían y que medidas tomarían. Todos los países que son parte de ONU ya estaban sentados en la sala de juntas. La mayoría sentados derechos y muy despiertos listos para recibir órdenes. Los latinos en cambio, estaban decaídos y destruidos, sentían "una gran cruda".

Attack on 51Donde viven las historias. Descúbrelo ahora