XII

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Austria estaba durmiendo plácidamente, sin embargo, por malas razones ella tenía el sueño muy ligero y cualquier sonido u olor la hacía despertar. Aún no tan fuerte olor a cazuela quemándose se sentía en la planta baja de la casa, lo cual hizo despertar a la chica.

Una rubia un poco adormilada se puso sus pantuflas de conejito y se encaminó al lugar que daba origen al olor con una bata rosada de seda.

Cuando llegó a la cocina vió una de sus cazuelas favoritas, de color blanco, con una gran mancha negra y por el olor se sentía que era miel quemada al fondo, además de papel de té de sobre tirado por la encimera. Austria apagó el fuego preocupada y pasados unos minutos puso su cazuela debajo del agua, realmente esperaba que no se arruinara, pero ¿Qué clase de persona hace un té, con miel en una cazuela? Para comenzar la miel de pone después y además para eso estaba la tetera o si quería algo aún más rápido, el microondas.

Luego se haber puesto su cazuela en agua, caminó hacia arriba pues se escuchan ruidos, además, para que algo así hubiera pasado, alguien debería estar despierto.

En las habitaciones de arriba, minutos antes.

- Entonces - Dijo Texas a través de la llamada - Anne, no se nada de Anne desde hace más de una hora y realmente me preocupa - Y era cierto, Anne era una de sus mejores amigas.

- El lugar favorito de Anne siempre fue la playa, ya que estás allá y nosotros acá, creo que deberías ir a buscarla - México trato de ser concreto, quería hablar con su hijo pero sabía que este corría peligro si USA se enteraba que estaban comunicándose.

- Papá, hay muchas playas en todo Estados Unidos, no se en cual se encuentra - Dijo Texas como si fuera lo más obvio del mundo. Sin embargo la mente de México se desconectó un momento, su hijo no lo odiaba, le acababa de decir papá y su emoción se encontraba por el cielo, sin embargo alguien interrumpió en su emoción.

- Cuando se encontraron a Jacob ¿En qué hotel se encontraba? - Preguntó Moscú

- En el hotel Revel - Ahí al fin unió cabos sobre donde podría estar su amiga.

- Estás muy cerca de una playa, además que sus hijos están en el mismo estado así que no creo que haya ido tan lejos -

- Si, creo que debería ir, muchas gracias y si pueden comunicarse con Anne sería de mucha ayuda - Texas no lo pensó dos veces y dijo - Ciu, papá, los amo, adiós - Luego de esto, cortó la llamada.

Esas palabras generaron dos cosas, felicidad y tristeza al tiempo. Ciu se sentía feliz, más de un siglo de no hablar con él y aún la amaba, sin embargo, sentía una gran tristeza de no poder retomar la relación de hermanos que tenían. México, sentía un nudo en la garganta y el recuerdo de cuando se tuvo que despedir de su hijo lo invadió. Él amaba a su hijo, lo ama.

- Deberíamos hablar - Dijo Moscú, el quería decirles sobre su relación, aún no sabía de la relación de su padre.

Dos toques en la puerta hicieron que todos voltearan y salieran de sus pensamientos, era Austria con los brazos cruzados y una mirada amenazante.

- Ok. Son las 2:43 am, en 6 horas ustedes tienen que salir de vuelo y están acá hablando como si nada. Les pido de favor que duerman o bajen un poco la voz - Se sentía un poco de enojo de su voz, nadie debería interrumpir en su sueño - Además, alguno de ustedes me debe una cazuela nueva de porcelana importada de Tonga. No se a quien se le ocurrió hacer un té ahí y dejarlo ahí para que se quemara la miel - Eso si lo dijo en un tono enfurecido. Eso si puso nervioso a México, había quemado la cazuela de la princesa.

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