Capítulo 4

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Blair no se equivocaba cuando había dicho que iba a perder la virginidad ¿saben por qué? Porque perder la virginidad (sexual o de otra índole como este caso) solo conlleva una cosa, ganar experiencia, pero por sobre todo perder algo, la inocencia

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Blair no se equivocaba cuando había dicho que iba a perder la virginidad ¿saben por qué? Porque perder la virginidad (sexual o de otra índole como este caso) solo conlleva una cosa, ganar experiencia, pero por sobre todo perder algo, la inocencia.

Quería refutarle algo al rubio, quería decirle que no tenia idea de nada sobre mí, que no me conocía y quería dejar en claro que tampoco lo haría, pero seria mentira, porque por mucho que me sacaran de quicio sus palabras parecía que me conocía mas de lo que me gustara admitir. Y no hablo de las cosas simples como mi comida favorita o si prefiero café o té (mil veces té, por cierto) hablo de las cosas realmente profundas, daba la sensación de que podía ver a través de mí, a lo mejor solo era mi imaginación y solo tenía una increíble habilidad para hacerme sentir que lo sabia todo, pero eso daba igual, porque, aunque no supiera nada yo sí que quería que lo supiera todo. No lo admitiría en voz alta y casi ni podía admitirlo para mi misma, pero en definitiva existía un interés de mi hacia él y casi una necesidad de que me iluminara con sus conocimientos.

Cuando intente abrir la boca para decir algo los gemidos de la pareja que estaba a pocos metros aumentaron y de forma automática gire mi vista de nuevo hacia ellos. Aunque había poca luz donde se encontraban se podía ver perfectamente lo que hacían. Algo me decía que estaban a punto de acabar, el chico subió una de sus manos hasta el cuello de la chica y apretó, por un momento aquello me alerto, pero lejos de ser algo desagradable aquello pareció excitar mucho mas a la chica.

—Estoy seguro de que, si te acercas y besas a cualquiera de los dos, te recibirán sin protestar —sentí el aliento del rubio en mi oído, provocándome un escalofrío. Me gire sobresaltada y ruborizada de que me hubiera pillado de nuevo viendo aquella escena tan intima, pero girarme fue lo peor que pude haber hecho, porque sus labios quedaron a centímetros de los míos, él sin embargo no se vio afectado por la cercanía —sin embargo te recomiendo besar a la chica primero, si vas directamente por el chico siempre existe la posibilidad que ella se ponga celosa, pero si la besas a ella el otro se volverá loco y ella te recibirá sin problema ya que no hay celos de por medio... —no sabia como era posible pero me sonrojaba cada vez más.

—No pienso besar a nadie.

—¿No piensas? No sabia que eras mentirosa —bajo la vista a mis labios, poniéndome nerviosa —te creería si me dijeras que no vas a besar a nadie, porque no creo que seas capaz, pero en definitiva creo que mientes si me dices que no lo piensas, porque si que lo piensas.

—No me conoces, no sabes ni lo que pienso ni de lo que soy capaz —trate de sonar tajante mientras trataba de poner un poco mas de distancia entre nosotros. Estaba empezando a irritarme.

—No dudo de tus capacidades —se acercó más a mí, no me moví, me quede muy quieta esperando su próximo movimiento —la única razon por la que creo que no eres capaz es porque te lo niegas a ti misma... te dices que esta mal, te cohíbes —susurró en mi oído, luego se separó de mí, incorporándose. Pues antes estaba inclinado para estar a mi altura —antes te había preguntado que buscabas, que querías, y ya lo sé. Con mucha certeza, la cuestión es que creo que no eres capaz de admitirlo para ti misma.

Luces, cámara y otras adicciones (Insaciables I) - TERMINADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora