Ian
La luz del sol entraba por la ventana desde hace un par de horas, pero yo seguía siendo incapaz de levantarme. La preocupación no me dejaba, lo único que hacia era dar vueltas en la cama, dormir unos minutos y volver a despertar angustiado, buscando mi móvil entre las sabanas con desespero para ver si tenia alguna noticia de Beth. Todavía ni siquiera sabia como había sido capaz de dejarla marchar y no era una cuestión de celos, nunca he dudado de lo que Beth siente por mí y no creo que el hecho de que ella sienta algo por alguien más quiera decir que deje de sentir algo por mi. Sé que no es una relación convencional la que tenemos, de hecho, no estoy seguro de que podamos siquiera llamarlo una relación, pero prefiero ni pensarlo, porque lo único que me parece importante es lo que siento.
Por fin siento algo, después de tantas cosas malas, después de tantos demonios, siento algo, algo realmente autentico. Nunca creí que podría tener una relación de verdad, todas mis relaciones anteriores han sido superficiales y pasajeras, nunca me había importado cultivar verdaderos sentimientos por alguien y con Beth no tengo miedo de ello, aunque no este claro lo que tenemos, tengo todas las ganas del mundo de poner de mi parte y de crecer juntos, de estar a su lado apoyándola y queriéndola. No necesito nada más y realmente que ella quiera compartir eso con alguien más aparte de mi no me quita el sueño. Creo que el ser humano es perfectamente capaz de querer a dos personas y aunque yo solo la quiera a ella, no soy su dueño y no quiero convertirla en una presa, quiero que sea libre, quiero que haga todas las locuras que desee, porque se que ha estado cohibida mucho tiempo y yo solo deseo que sea feliz, de cualquier forma, en la que ella decida serlo.
Lo que realmente me atormenta de todo esto es que el tipo no sabe de mi existencia como yo se la de él y eso me pone en cierta posición de desventaja como ayer por la noche que tuve que aguantarme y confiar en Beth y dejarla ir con él y lo que es aún más importante temo que cuando lo sepa le haga daño a Beth, que no la acepte como lo hago yo.
Tras un suspiro me pongo de pie, me negada a pasar las siguientes dos horas de la misma manera. Me voy directo a la ducha y me obligo a no tomar el teléfono de la cama y dejarlo allí, verlo por mas tiempo o llevarlo conmigo al baño no hará que mágicamente reciba un mensaje de su parte. El agua caliente cae por mi cabeza y se desliza por mi cuerpo desnudo, por mucho que intente no pensar en ella cualquier pensamiento termina en ella y me temo que más aún cuando estoy en la ducha. Pienso en sus labios, en su pequeña carita, en ese cabello pelirrojo, en sus ojos.
Dios mío, en como me mira...
Eso realmente me vuelve loco, su forma de mirarme, siempre con una pizca de miedo, no de mi, sino de lo que puedo ofrecerle, de todo eso que no conoce, pero quiere conocer. La inocencia y al mismo tiempo el hambre con la que me mira, aterrada y ansiosa al mismo tiempo. He tenido toda la paciencia del mundo y la tendré todo el tiempo que ella necesite, pero me muero por hundir mi cara entre su cuello, besarlo, morderlo... pegarla contra mi cuerpo y que sienta lo duro que me tiene.
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Luces, cámara y otras adicciones (Insaciables I) - TERMINADA
RomanceBeth Cox es una dulce e inocente aspirante a actriz que luego de un casting es contratada para su primer papel de forma profesional, su mundo se sacude cuando comienza a descubrir lo oscura que es la industria del cine. Parece que nadie es inmune a...