Beth
Habían pasado semanas desde que Ben y yo habíamos dejado en el aire parte de nuestro pasado, de nuestros monstruos, de nuestros fantasmas, de aquello que nos perseguía y nos atormentaba. Semanas desde que no sólo había mencionado aquello sino también que le había confesado todo lo que me atormentaba a Ian. Desde aquel momento mi relación con los dos se volvió más y más cercana, aunque seguí sin atreverme a contarle a ninguno de los dos que había visto a Clay de nuevo, en aquella fiesta familiar de Ben, me había atajado cuando estaba con Blair, me había amenazado y no trato de disimularlo, aunque ella estuviera allí.
Apenas había escapado de que Blair se enterará de que Ben no era mi primera opción, de que en realidad no quería tener que elegir entre alguno de los dos cuando él apareció.
—Hola dulzura —dijo esa asquerosa voz detrás de mi —¿y tu amigo el rubio? Parece que no esta por aquí —dijo con voz de superioridad mientras echaba un vistazo a su alrededor, refiriéndose a Ian.
—¿Y tu eres? —pregunto Blair con un claro tono de molestia por la repentina interrupción
—Estas realmente increíble —me miro de arriba abajo ignorando por completo la pregunta de Blair y toda su presencia.
Tener su mirada sobre mi cuerpo era realmente desagradable, recuerdo que hubo un tiempo en que aquello realmente me gustaba, o era lo que yo creía, porque era mi novio, tenia que gustarme, o por lo menos lo veía de esa forma, que equivocada estaba. Blair no era ajena a la mirada lasciva y poco correspondida que me dedicaba Clay, no disimulo su desagrado y la cara de asco que se le planto.
—Gracias —dije de forma automática, reprendiéndome apenas lo dije, porque la verdad es que no agradecía aquel cumplido, si es que se pudiera llamar de esa manera.
—He estado moviendo mis contactos, ya sabes bien que tengo muchos —mi respiración se corto y tuve que aguantarme para no temblar de miedo frente a él —y ya me he enterado de tu nuevo proyecto, no tengo tantos detalles como me gustaría, pero algo he escuchado de que es un poco picante —hizo énfasis en esa ultima palabra —se bien que a tu madre no le gustaría algo como eso, ya de por si no le gusta tu idea de futuro... seria una pena que se enterara —su tono fue amenazante y mi nueva amiga parecía que en cualquier momento le iba a brincar encima y atacarle —oh, parece que fuiste una vez mas salvada por la campana —dijo mirando hacia un lado, vagamente pude darme cuenta que se trataba de Ben —ten por seguro que terminaremos esta conversación —sus palabras salieron como la promesa mas mortífera y se marcho.
Blair me hablaba y me hacia pregunta tras pregunta, pero yo no podía ni mirarla a lo ojos de la vergüenza y cuando Ben llego a nuestra mesa fue incluso peor, sentí que perdía el aire y que necesitaba escapar de allí antes de colapsar.
Durante varios días tuve mucho miedo, no me gustaba quedarme sola, así que me concentraba mucho en el trabajo, en Ian y en Ben, cuando no quedaba con ninguno de los dos me iba a algún sitio publico, me daba tranquilidad, eso durante el día, pero lo realmente terrible eran las noches, vivir sola nunca había sido tan aterrador, cualquier ruido me despertaba, casi no dormía y ambos lo notaron, pero no me presionaron, no hicieron preguntas ni me trataron diferente, solo me dieron el espacio que necesitaba y yo lo agradecí en silencio.
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Luces, cámara y otras adicciones (Insaciables I) - TERMINADA
RomanceBeth Cox es una dulce e inocente aspirante a actriz que luego de un casting es contratada para su primer papel de forma profesional, su mundo se sacude cuando comienza a descubrir lo oscura que es la industria del cine. Parece que nadie es inmune a...