Beth Cox es una dulce e inocente aspirante a actriz que luego de un casting es contratada para su primer papel de forma profesional, su mundo se sacude cuando comienza a descubrir lo oscura que es la industria del cine. Parece que nadie es inmune a...
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Beth
La expresión de Ian es de total confusión. Él observa su moto y luego a mi en busca de respuesta, queriendo entender que es lo que sucede.
—¿Yo...? —vuelve a hablar luego de un momento, ansioso porque le explique lo que me ha impactado tanto.
—Ya había visto esta moto antes... —empiezo mi explicación mientras observaba la frase con una media sonrisa —y a ti también, solo que no sabia que eras tu, el casco nunca me dejo verte el rostro.
—¿Cuándo? —pregunta curioso. Levanto el rostro y me encuentro con sus ojos, ahora que sentía que lo conocía un poco más sus ojos se me antojaban más cálidos y mucho menos presuntuosos que antes.
—Hace un par de semanas... —me detengo tratando de recordar —una semana antes de conocerte de verdad. Mis padres habían venido a visitarme y fuimos a cenar juntos, mi madre hizo comentarios desagradables y salí del restaurante por un poco de aire... —Ian me miraba atento, prestaba atención a cada palabra —ya sabes... —me encogí de hombros, nunca había mencionado a mis padres antes con él —a despejarme un poco y fue cuando te vi...
Me quede unos segundos en silencio recordando como me había sentido en ese momento, como había sentido que aquel desconocido y yo teníamos tanto en común a pesar de no conocer ni nuestros nombres. si alguien me hubiera dicho que lo terminaría conociendo y que seria Ian no lo hubiera creído, me parece una locura. Pero ahora, al recordar lo que sentí en aquel momento y en general como me suelo sentir cuando estoy con Ian no hay mucha diferencia, ahora que se que se trata de la misma persona no me cuesta creer que sea el mismo chico.
¿Una coincidencia loca? Sí.
Pero no me cuesta creerlo.
—¿Entonces? —insistió el rubio con una sonrisa coqueta.
—Entonces... —me relamí los labios antes de continuar y la sonrisa coqueta de Ian se volvió traviesa, tuve que hacer un esfuerzo para concentrarme y continuar —te vi, simplemente te vi. Estabas a varios metros de mi, te acababas de bajar de tu moto y por alguna razón estabas muy enojado, tiraste tu móvil, parecías muy frustrado —la sonrisa de Ian desapareció por un segundo nada más porque trato de disimularlo, pero supe que sabia perfectamente del momento que le hablaba, estaba segura que debido a su reacción no había sido una buena noche para él —luego te sentaste y te vi fumar un cigarrillo. Tan solo estuviste un momento allí, me sentí un poco stalker observándote así que decidí marcharme, pero te pusiste de pie, pasaste frente a mi a toda velocidad y lo único que logre ver fue esa frase —baje la cabeza de nuevo hacia la moto, observando cada palabra.
—Así que tu eras el destello rojo que vi por el rabillo del ojo, creí que era un incendio —dijo con ironía.
—¡Hey! —me queje y empuje su hombro —se lo que estas haciendo —dije poniéndome totalmente seria, a Ian se le borro la sonrisa al instante.
