Beth Cox es una dulce e inocente aspirante a actriz que luego de un casting es contratada para su primer papel de forma profesional, su mundo se sacude cuando comienza a descubrir lo oscura que es la industria del cine. Parece que nadie es inmune a...
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Beth
—Creo que deberías mudarte a Los Ángeles, así las tres podríamos estar juntas siempre —le dice Blair a Bianca.
Mi amiga Bianca había tardado tan solo un par de horas en llegar, no dudo ni un segundo en ser de ayuda cuando Ben la llamo y le explico toda la situación. Apenas habíamos tenido oportunidad de hablar, solo me vio a mi y le dedico una mirada larga y detallada a Ben antes de volver a verme con una expresión muy clara de que quería todos los detalles. Hace un tiempo le conté tanto de Ian como de Ben y ella me aseguro de que no creía que estuviera haciendo nada malo, pero eso fue hace mucho y yo no le he contado nada mas y han pasado muchas otras cosas desde entonces.
—De hecho, hace unos días que lo estoy pensando, me han hecho buenas ofertas de trabajo y he tenido que rechazarlas por no estar viviendo aquí —confiesa Bianca. —estoy perdiendo mucho dinero.
Bianca era creadora de contenido y había crecido mucho en los últimos años, las marcas realmente se interesaban por ella, no me extrañaba que ya fuera necesario mudarse si ella realmente quería seguir creciendo en esa área.
Alce la vista desde el sofá que estaba para poder ver a las chicas, Ben y yo habíamos querido darles un poco de privacidad, pero tampoco queríamos alejarnos demasiado, así que nos quedamos en el salón contiguo a otro pequeño salón, que, si me lo preguntaban, de pequeño no tenia nada, pero así lo había llamado Ben una vez. Estaban sentadas una frente a la otra mientras se pintaban las uñas, vi como Blair la agitaba por lo hombros y le decía que tenia que reaccionar, que entonces era mas que una señal de que debía irse a vivir allí.
—Bianca es realmente mágica —susurra Ben para que solo yo lo pueda escuchar.
Él estaba justo al otro extremo del sofá, sentado, mientras yo estaba acostada a lo largo, mis pies estaban sobre sus muslos y él llevaba un buen rato acariciándome la pantorrilla. Hacia movimiento circulares o simplemente deslizaba sus dedos desde mi rodilla hasta mi tobillo en una caricia tierna.
—Lo es.
Deje de mirar a las chicas y me acomode en el sofá. Cuando Bianca había llegado Blair estaba simplemente destruida, se sentía desdichada, estaba dándose un atracón de comida y parecía que estaba en pleno ataque de ansiedad. Pero ella se presento, le dijo unas palabras dulces, hablo un rato con ella en la cocina y luego se trasladaron al otro salón y en ese punto Blair ya se encontraba mejor, no recordaba ni lo que la rubia le había dicho a la morena, pero agradecía que hubiera funcionado.
—Te he extrañado —dijo Ben cambiando de tema. Se inclino hacia un lado y dejo un beso en mi rodilla.
—Y yo te he extrañado a ti —le sonreí y el me sonrió de vuelta.
Ben se inclino un poco mas encima de mi, metiéndose entre mis piernas y recostando su cabeza en mi pecho. Aspiro mi olor y aquello me produjo una corriente eléctrica por todo mi cuerpo.
