Beth Cox es una dulce e inocente aspirante a actriz que luego de un casting es contratada para su primer papel de forma profesional, su mundo se sacude cuando comienza a descubrir lo oscura que es la industria del cine. Parece que nadie es inmune a...
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Ben
Que Beth me asegurara de que se encontraba bien no mejoraba la situación, porque aun había alguien que se encontraba mal, mi hermana. Blair había nacido cuando yo aun era un niño, solo unos cuantos años mayor que ella, trajo muchísima alegría a casa y a diferencia de otros niños que se la llevaban terriblemente mal con sus hermanas, yo me la llevaba increíble con ella, había sido mi mejor amiga y aún lo era, ella conocía cosas muy oscuras de mi y yo conocía cosas muy oscuras de ella.
—¿Qué paso? ¿Qué le paso a Blair? —pregunte mientras la buscaba con la mirada, había estado tan preocupada por Beth que ni me había fijado cuando se bajo del coche y entro a la casa.
—No se si deba contártelo yo...
—Beth... —mi tono más allá de ser exigente era preocupado. La pelirroja suspiro y comenzó a contarme lo que había ocurrido.
—Beth tenia que ir a firmar un contrato para un desfile de moda, el tipo la fue a buscar al estudio y le tendió una especie de trampa... —fruncí el ceño, necesitaba que Beth se dejara de tantos rodeos y terminara de contarme, pudo notar la urgencia en mi rostro y su cara se torno muy seria antes de hablar de nuevo —si no hubiera llegado a tiempo, ese tipo hubiera abusado de ella.
Me quede mudo, no sabia que sentir al respecto, por una parte, molesto, por otra asqueado porque existieran semejantes seres, triste y angustiado. Y había algo más, algo que hace un buen tiempo que no había sentido, ganas de pelear. Quería golpearlo, quería golpear aquel tipo y destrozarle la cara. La rabia comenzó a consumirme por dentro, mientras los pensamientos violentos iban y venían.
—¿Quién es? —pregunte decidido.
—No tengo ni idea, solo se que es francés y se llama Tony.
—Dios mío... —me lamente —se quien es.
Los chicos y yo habíamos oído unas historias muy asquerosas y repugnantes de ese tipo, pero nunca nadie lo había denunciado, parecía intocable, tenia mucho poder, ninguno de nosotros se había fiado nunca de aquel tipo, a pesar de que lo que asumíamos de el se basaba solo en rumores, pero para todos nosotros era muy evidente, las pocas veces que nos cruzamos con el se notaba que era un ser detestable, su forma de referirse a las mujeres, de mirarlas, simplemente despreciable.
Mi respiración comenzó a agitarse poco a poco, cerré los ojos tratando de controlarme, no quería sufrir otro ataque, casi me da uno al ver el coche de Beth en aquel estado y parecía que iba a darme uno en cualquier momento al enterarme de todo aquello. Si Beth no hubiera llegado quien sabe todo lo que hubiera sufrido Blair, mucho mas de lo que ya estará sufriendo.
Menos mal que Beth...
Mi respiración comenzó a regularizarse cuando mi mente se distrajo con otra interrogante ¿Cómo pudo Beth salvar a Blair? Aquel tipo no era un tipo cualquiera, tenia muchísimo poder y podría fácilmente haber podido físicamente con las dos, contra su voluntad.
