El Playboy Y ¿la Impopular? [EN PROCESO]

Capítulo 4

Me encuentro a unos pasos de entrar al insti, esta vez llegaré temprano. Al volver a mi casa nadie me siguió esta vez, fue bueno así podía pensar y caminar tranquila.

Me dirijo hacia mi salón, me siento en mi silla; como aún falta para empezar la clase, todos están afuera pero yo no, prefiero estar aquí, con mis auriculares escuchando música y relajandome. Me encanta la música, y cantar, lastima que no canto muy bien.

Pongo mis codos en la mesa y apoyo mi cabeza. ¿Por qué he tenido que asistir al mismo insti que Matias? ¿por qué no están sencillo olvidarlo, pasar página? ¿por qué dejo que me afecte? Me pregunto y dejo salir un suspiro.

Alguien se sienta a mi lado, es Maia. Empiezan a entrar todos mis compañeros incluyendo a Matias y Diego quien me sonríe al verme.

—¿Qué haces aqui? ¿Por qué no fuiste a fuera? —Me pregunta Maia— Te estuve esperando.

—Para mi era mejor estar aquí. —respondo tratando de sonreír.

—Para el descanso saldremos, te quiero mostrar el insti. —dijo Maia con una sonrisa.

—Vale. —dije tratando de parecer que estoy emocionada.

La clase pasp bastante rápido, la profesora no explica mal, además me doy cuenta que tiene paciencia para explicar a los alumnos, eso es una de las cosas claves para ser profesora. Una de las razones por las cuales yo no podría ser profesora, no tengo paciencia y explico muy mal.

Salimos del aula ya que sonó el timbre. Maia me muestra donde están los baños o la dirección entre otras cosas.

—¿Te gusto el recorrido? —me pregunta Maia.

—Si es my lindo. —dije con una falsa sonrisa, perdóname Maia, pero ahora tengo varias cosas en la cabeza— ¿Volvemos al salon? —No quiero encontrarme con Matias, Diego y su grupito de "amigas".

—¿Por qué? —me pregunta Maia confundida— Si el aire libre es lo mejor.

—Si pero...

—Ivana es genial que seamos compañeros, e incluso vamos a la misma preparatoria, es el destino que quiere que estemos juntos. —me interrumpe Diego, que viene junto con Matías.

—No lo creo. —me tratando de irme, no quiero estar cerca de Matias. Es extraño antes moría por estar cerca de él pero ahora... si que soy rara.

—Ivana tendrías que darle una oportunidad. —dijo Matías y mis piernas empiezan tiemblar, mi corazón va explotar, siento que me va a agarrar fiebre, de lo sonrojada que estoy, otra vez a dicho mi nombre.

—L-lo voy a pensar, luego les doy mi respuesta, de momento nosotras volvemos al salón.

—¿Por qué? —me pregunta Matías, ¿por qué haces tantas preguntas?— Si falta para que termine le descanso.

—P-porque... tengo... frio. —respondo, en realidad tengo calor, me esta poniendo muy nerviosa, con sus preguntas.

—Entonces tendrias que quedarte aquí, hay un sol. —¿pero que sucede contigo, Matias? Déjame irme de una vez.

—O te puedo dar mi campera. —dijo Diego guiñandome el ojo.

—No gracias, el recreo ya va terminar. —dije mientras me trato de ir.

Y así fue, el timbre sono justo cuando me iba con Maia, quien no ha dicho nada cuando estábamos con Matias y Diego.

Entramos al salón y nos sentamos en nuestros lugares. Cuando termine la hora, me voy a ir casa volando, eso es algo que ya tengo decidido.