El Playboy Y ¿la Impopular? [EN PROCESO]

Capítulo 20

Narra Matias

Ojalá pudiera solucionar ese problema que me está volviendo loco, ese problema que están hermoso, este problema que al verla me muero de ternura por lo tierna que es, ese problema que tiene un nombre, un muy bonito nombre, ese problema que se llama Ivana...

Seguramente se preguntaran porque no hablé con ella sobre lo que pasó hace años, cuando la conocí por primera vez. Se lo estaba por preguntar pero luego me arrepentí porque para mi ese momento, ese recuerdo es tan valioso pero tal vez para ella no, quizás ni se acuerda que sucedió eso. Pero me encantaría saber si ella se acuerda de mí.

Estaba tan convencido de que podría olvidar a Ivana pero cada vez me doy cuenta que no es así. Incluso a veces no me puedo controlarme. Como cuando vimos una película de terror, ella se durmió, y se veía tan linda, tan tierna, como si un hermoso angelito estuviese durmiendo a mi lado, la observé por varios minutos, y luego apoyé su cabeza a mi hombro, no sé porque lo hice pero no me arrepiento de a verlo echo.

También en el momento en que ese tal Nicolás se le acercó para invitarla a salir, varios celos brotaron en mí que no podía controlar, estaba por golpearlo, así que le dije que Ivana era mi novia para que se fuera. Fue un gran momento decir "Soy su novio".

El domingo cuando la vi en las gradas, ese momento fue perfecto para mi, me vería jugar, quería meter un gol para dedicárselo, estaba tan feliz pero esa felicidad se esfumó cuando mi mejor amigo fue quien le dedicó un gol a la chica que yo quería. Y como si fuera poco la estaba por besar, tenia que hacer algo no sabia que, hasta que tuve una idea.

Estaba feliz de poder evitado eso, pero también me sentia culpable, se que a Diego le interesa Ivana y fui un mal amigo, metiéndome entre ambos.

Si tuviera la oportunidad de hacer que Ivana se vuelva mi novia o hacer que se enamore de mi, no lo haría porque se que Ivana cree en eso del amor, se que cree que las personas siempre van a estar juntos... y bueno yo no creo en eso... pero la sola idea de que Ivana esté con otra persona me desagrada totalmente.

—Teo, ¿qué crees que debería hacer con Ivana? —le pregunto a lo que él solo me sonríe.— Le demostraré a Ivana que realmente te puedo cuidar, así te podrás quedar conmigo.

—Matias, será mejor que te vayas ahora o llegarás tarde a la preparatoria. —me dice Amanda.

—Si solo buscaba una cosa. —le digo.

Me despido de Teo y Amanda. Ella es la única que me cuida. No tiene mi misma sangre pero es como mi familia. Mi padre, el gran Gabriel Santegui, que todos admiran, no le importa su hijo. Pues veo que más le importa su estupida empresa. El cual quiere que lo dirija yo después de él. Aunque a mi me gustaría empezar mi propia empresa, pero seguro él nunca me lo permitirá.

Entro a mi salón, preparado para las clases, preparado para la clase de historia, pienso mientras bostezo. En esas clases casi siempre me duermo, aunque no soy el único, es como si el profesor en vez de darnos clases de historia nos cantara canciones de cuna.

Salgo de preparatoria con Natalia. Ella es como un chicle, casi siempre pegada a mi, debo admitir que es bastante linda y tiene un buen cuerpo. Aunque también es bastante molesta, le dije más de mil veces que nunca seríamos nada que solo lo nuestro es un juego, pero sigue insistiendo en que algún día vamos a ser pareja, que nos vamos a casar, que vamos a tener muchos hijos. Perdi la cuanta de cuantas veces se lo negue. Y además de eso a veces me sigue, es como una acosadora.

—Marcos, ¿y dónde está tu novia? —le pregunto.— Creía que eran inseparables.

—Está por salir. Y con respecto a lo de inseparables, me entenderás cuando te enamores y tengas novia. —me dice Marcos.