Estos días han sido geniales, mis abuelos muy contentos y felices con su viaje, ahora puedo relajarme un poco ya que estoy de vacaciones, aunque solo sea por dos semanas... luego de eso volveré a ver a... ¡Matías!
Mi corazón salta de felicidad al decir su nombre, creo que debo de hablar con él sobre lo que pasó la última vez, tan solo de recordarlo una gran sonrisa se me forma. Le conté a Juliet lo ocurrido y le pregunté si debería de hablar con él, a lo que ella me respondió con un:
¡Si! Gigantesco.
Cuando se lo conté no lo podía creer, tuve que decírselo como cinco veces, siempre me decía “puedes repetirlo que no lo he podido oír bien”, pues ni yo misma me lo creería, pero sucedió, ocurrió lo que yo creía imposible.
Agarró a Teo— Sabías que hasta lo imposible puede ocurrir —le digo muy feliz.
—¡Ivana! ¡Baja o la comida se enfriará! —me grita mi madre y suelto a Teo, quien se va corriendo hacia la cocina.
—¡Ya voy!
Bajo la escaleras, y empiezo a sentir el aroma de algo delicioso, ¿qué será?
—¡Hola! —digo muy feliz mientras me siento en la silla. ¡Tarta! Mi ojos brillan al ver la deliciosa tarta.
—Hola Ivana —me responde mi padre— ¿Por qué tanta felicidad?
—Eh... p-por las vacaciones
—Las cuales pronto terminarán, estas dos semanas pasarán volando. —dice Valeria dándole un buen mordisco a su pedazo de tarta.
—Y dime Ivana, ¿ya decidiste qué carrera vas a elegir? —me pregunta mi padre, y comienzo a ponerme un poco nerviosa.
—Eh... l-lo estoy pensando —digo mientras le doy un sorbo a mi vaso.
—Muy bien Ivana, decide lo bien, solo tienes dos años. —las cuales siento que pasaran en un abrir y cerrar de ojos— Luego de eso a la universidad ¿pensaste en alguna universidad?
—Eh... no, es que estaba pensando primero en la carrera.
—Pues decide lo bien, no quiero que cuando estés en la universidad te des cuenta a mitad de camino que no te gusta y luego lo dejes, y vuelvas a empezar, sería una pérdida de tiempo. —sería su gran decepción— Así que piénsalo bien, has que me sienta orgulloso de ti, como lo hizo tu hermana
—Claro papá, lo haré. —me teso al escuchar lo que me dice, demasiada presión, espero poder soportar lo.
—Notaron que tenemos una nueva vecina —dice mi hermana cambiando de tema
—Creo que tiene un hijo o era una hija o tal vez no tiene hijos. —dice mi padre tratando de recordar.
—Podríamos ir a visitarla y presentarnos, darle la bienvenida —dice mi madre.
—¿Cuándo?
—Ahora, en realidad por la tarde. ¿Quieren acompañarnos? —nos propone mi madre.
—No, gracias, estoy muy ocupada. Además no tengo muchas ganas de salir. —respondió mi hermana, ella es de las personas que casi nunca salen, en otras palabras de las personas que se quedan en casa.— Pero para que no digan que soy una persona amarga haré un galletas para que se las lleven
—Yo los acompaño —digo, quiero conocer a la persona que vivirá en la casa de mis abuelos. Y si no me cae bien ya veré la forma de echarla. Pienso de forma maliciosa.
¡¿En serio eres capaz de eso?!
No claro que no, sólo dramatizaba el momento, pero si no me caen bien tendré que pensar en algo.
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El Playboy Y ¿la Impopular? [EN PROCESO]
Roman pour AdolescentsTodos tenemos algo o alguien que no podemos olvidar, fue parte de nuestro pasado pero nunca dejemos que eso arruine nuestro presente. No es nada fácil superar las cosas del pasado, pero no pensemos en eso, ya no se puede cambiar mejor pensemos en el...