Capítulo 2

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Reacciona Ivana

Tienes razón. No voy a dejar que esos hermosos ojos azules me hipnotizen.

—¿A no? ¿Y en-entonces por qué se escondieron en a-aquel árbol? —digo lo más natural del mundo, no quiero que se den cuenta que estoy súper nerviosa.

—Vale, lo siento si te estábamos siguiendo, pero es para una buena causa. —dice Diego.

—¿Una buena causa? ¿Cuál seria? —pregunto sin entender. Trato de ser fuerte porque sino empezaré a tartamudear.

—Como somos compañeros, y eres nueva, quería que seamos amigos para que no estés sola. Para conocernos mejor quería acompañarte a tu casa. —dice Diego.

—Es muy gentil de nuestra parte ¿no? —dice Matias sonriendo.

—Oh... que honor —digo sarcásticamente —Muchas gracias pero no gracias —No quiero que me acompañe, si me acompaña Matias, seguro me pondré como un tomate, quizas hasta me desmaye.

—Tranquila que Diego no muerde. —dice Matias mirándome; trago grueso, si me sigue mirando empezaré a tartamudear. ¡Porfavor tragame tierra ahora!

—Es verdad, solo quiero que nos conozcamos y tal vez ser amigos o algo más... —dice Diego con una sonrisa picara.

—Ja, disculpa pero rara forma de conocernos ¡me estaban siguiendo! luego si quieres qu-que se-seamos am-amigos no crees que tendrías que decirme tu nombre o decirme sus nombres. —digo un poco tartamudeando, en realidad ya me sabía sus nombres pero no quería que lo supieran.

—¿No te lo dijimos? Una disculpa, mi nombre es Matias. —dice con una sonrisa y estendiendome su mano para saludarme

—Mi nombre es Diego, preciosa. —dice y extiende su mano para que también lo salude.

Pero no saludo a ninguno de los dos.

—Ja, no me digas preciosa. Me dijieron que eran mis compañeros, ¿de que? —trato de hacerme la tonta.

—Del insti, somos tus compañeros ¿no te acuerdas? —me pregunta Matías algo ofendido.

—No, como es el primer día, no recuerdo nada. —menti, obvio los vi, y si los recuerdo, pero era mejor decir que no para ser más discreta.

—Para conocernos, ¿te acompaño a casa? ¿o me puedes pasar tu numero? —me dice Diego.

—No gracias. —¡El colectivo! Se me había olvidado, si no tomo el de 4:45 llegaré tarde a casa. —Lo siento me tengo que ir.

—¿Y lo de ser amigos? —pregunta Diego.

—Ya veremos, adiós.

Me voy corriendo, el colectivo estaba en la parada, por suerte lo alcancé.

Llego a mi casa, saludo a mi madre y me voy a mi habitación lo más rápido posible. Me acuesto en mi cama tratando de procesar todo....

¡He hablado con Matias Sategui!

Siempre soñé con hablar con él pero nunca de esa forma. No puedo creer que de todos los institutos, haya entrado al mismo que Matias, ¿qué hago ahora? ¿Y si les digo a mis padres que ya no quiero ir? No creo que me dejen.

Asi que decido mandarle un mensaje a Juliet, necesito una opinión sobre que debería hacer.

Me levanto de la cama y busco mi computadora, mejor hago la tarea, no quiero que se me junten y tener una montaña de tarea además así pienso en algo que no sea Matias.

Cuando habro veo un mensaje de Alex

Chat:

—Hola, ¿cómo has estado? ¿Qué tal la escuela?

El Playboy Y ¿la Impopular? [EN PROCESO]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora