Mis cejas casi se juntan por tanta confusión. Los mire de arriba abajo tratando de procesarlo, intentando confirmar si era él. ¡¿De verdad Matías es la persona que se encuentra enfrente mío?! ¡¿Era él la persona que se estaba besando con esa chica?!
La chica estaba encima de la mesa, con las piernas alrededor de la cintura de Matías. La chica morena con pelo corto, me miró confundida e intentó comprender la situación.
Giré a ver a Matías, quien me mira de manera seria e inexpresiva. Su mirada es fría y distante, yo aún lo miro confundida. Diciéndole telepáticamente ¡¿Qué significa esto?!
—¿Quién es ella? —escuche que pregunto la morena con un tono de voz inocente.
No pude oír la respuesta de Matías ya que él le susurró algo al oído, a lo que ella se río, y luego él.
Cerré mi boca y apreté mi mandíbula con fuerza, al igual que mis puños. ¡¿Acaso se estaban riendo de mí?!
No te imaginas cómo se reía de ti, al ver que no le quitabas los ojos de encima —recordé las palabras de Natalia.
Mi pulso se elevó, comencé a sentir como si algo se incendiara dentro mío, también una sensación como si destellara fuego desde mi pecho hasta la cabeza.
Me acerqué hasta él dando pasos firmes, con el semblante frío y molesto. La chica se sorprendió y Matías seguía mirándome de manera fría. Al encontrarme enfrente de él, me detuve y lo mire por unos cuantos segundos.
Lo que hice a continuación, fue reprimir toda la ira que sentía en la palma de mi mano y luego le di una bofetada con toda mi fuerza.
Él retrocedió unos cuantos pasos, llevándose la mano a su mejilla. La palma de mi mano ardía y picaba, pues la bofetada que le di, hasta a mí me había dolido.
—¡ERES UN IMBÉCIL Y UN ASCO DE PERSONA! —solté asesinando con los ojos.
La morena corrió a ayudarlo y observé cómo tocaba las mejillas de Matías suavemente.
—¡Ey! ¡¿Por qué hiciste eso, casi lo matas?! ¡Se lo diremos al director! —dijo molesta la chica.
¡Ay por favor! ¡Una bofetada no lo va a matar! ¡Además solo le di una! ¡Él se merece eso y mucho más!
Me crucé de brazos— ¿No sabía que una chica te defendía, Matías? Qué sorpresas te da la vida, ¿no? —lo mire de manera fulminante y volteé a ver a la chica con rabia— Y tú … te daré un consejo que me dio una vieja amiga... —hablando irónicamente— Que tendría que haberlo escuchado antes. Ten cuidado con la persona a la que estás defendiendo, juega con muchas chicas para luego destruirlas
Voltee para irme. ¡Eres un idiota, Matías Santegui!
—Y yo te daré otro consejo —escuche que finalmente habló Matías—: No le hagas caso, ella nunca habla con la verdad, les dice mentiras hasta a su familia, y es posible que también a su novio.
Gire para verle la cara, lo mire directo a los ojos, asesinandolo con la mirada.
—Pues… él también es otro mentiroso. Primero te dice palabras lindas que crees que es verdad, pero luego resulta que todo era falso, porque te apuñala inesperadamente —Dije mis últimas palabras y luego salí del salón.
Hice todo mal, desde el principio hice las cosas mal, y ahora estoy sufriendo las consecuencias de mis actos erróneos, volvió a jugar conmigo, y volví a salir lastimada. Pero hay una diferencia entre las otras veces, esta vez no lloré ni estaba deprimida. Solo cegada y envuelta por la ira.
Entonces todas esas palabras bonitas que me dijo… eran falsas… era mentira…
Verlo besarse con aquella chica fue… demasiado duro…
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El Playboy Y ¿la Impopular? [EN PROCESO]
Novela JuvenilTodos tenemos algo o alguien que no podemos olvidar, fue parte de nuestro pasado pero nunca dejemos que eso arruine nuestro presente. No es nada fácil superar las cosas del pasado, pero no pensemos en eso, ya no se puede cambiar mejor pensemos en el...