「I」Capítulo 19 (Parte 2)

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- ¡¡Annie!! -Hitch saludó moviendo la mano desde el piso, unas cinco graderías más abajo. Marlo estaba a su lado y si creía que yo había exagerado con lo formal no era nada comparado con él. Llevaba traje entero marrón y zapatos de cuero.

Me hice hacia atrás casi pegando un brinco y Annie también se veía sobresaltada y apenada, mientras se quitaba los lentes de neón de un golpe. La chica de cabello castaño subió hasta llegar a nosotros.

- ¡Eres una perra! ¿sabes? -aquel lenguaje me confundió en extremo, porque lo decía con una sonrisa burlona- ¡"Ay, voy a llegar muy tarde, yo los busco cuando llegue"! ¡¡Puras patrañas tuyas!! -jaló unos cuantos pelos del fleco de Annie, despeinándola.

- Vamos, Hitch, no es para tanto... -Marlo negaba con la cabeza, dando un suspiro.

- ¡Que no! ¡Ya se suma una más a la lista de mentiras de Annie! -rodeó los ojos y se detuvo en mí, dándose cuenta de mi presencia- Oh... tú eras... ¡Arlin! ¿No es así?

- Eh... Armin... -sentí mis mejillas sonrojarse.

- ¡Oh, ya lo sé! ¡Solo bromeo! -rio Hitch y luego dio un jadeo poniendo la mano sobre su boca- ¡¡Oh por Dios!! ¡¿No interrumpí nada, verdad?!

- ¡¡No!! ¡¡No pasaba nada!! -me apresuré a aclarar. Annie solo negó con la cabeza.

- Ah... qué bueno, en ese caso... -señaló a Annie haciendo una mueca y bailando con sus hombros- Es hora de tu castigo por mentirnos, Annie...

- ¡No! -su respuesta fue firme, era una forma de hablar de Annie que yo casi había olvidado.

- ¡Sí! -la tomó de la muñeca, levantándola por la fuerza. Mis reflejos alcanzaron a atrapar la tiara y el silbato que cayeron de su regazo.

- ¡Hitch, basta! ¡Sabes que no me gusta bailar! -Annie se veía bastante molesta.

- ¡¡Pues qué pena!!

La chica de cabello corto era más alta que Annie, y ella en realidad no estaba poniendo tanta resistencia, así que no tuvo muchos problemas para arrastrarla entre la multitud de la pista, que había crecido considerablemente. Ahora casi todo el gimnasio estaba repleto de estudiantes que saltaban y levantaban los brazos al son de la música electrónica y house. Marlo se sentó a mi lado y de reojo pude observar lo incómodo que estaba. A decir verdad, yo también, pues no lo conocía prácticamente de nada. La iluminación bajó aún más -me pareció que apagaron el árbol navideño- y empezaron a moverse láseres de colores por toda la estancia. Se oyó un grito generalizado, y la música empezó a sonar aún más fuerte. Ahora sí en definitiva parecía una verdadera discoteca.

- ¡¡Discúlpala!! -me gritó Marlo al oído y aun así tuve que gritarle un "¡¿Qué?!" de vuelta- ¡¡A Hitch!! ¡¡Discúlpala por llevarse a Annie!! ¡¡Es que creo que está un poco celosa de ti!!

Aquello no tenía sentido. ¿Por qué lo estaría?

- ¡¿Por qué piensas eso?!

- ¡¡Porque siente que ya no le cuenta nada porque te lo cuenta a ti!! ¡¡Pero no le caes mal ni nada!! ¡¡Pero yo también me lo pregunto, ¿sabes?!! ¡¿A ti te gusta Annie o algo?!

No confiaba en él como para decirle algo tan personal. Eran los amigos de Annie, no los míos.

- ¡¡No!! ¡¡Somos amigos, es todo!!

- ¡¡Ya veo!! ¡¡Igual, si te llega a gustar pues está bien, no pasa nada, amigo!! ¡¡Es muy agradable cuando la conoces bien, aunque eso ya debes saberlo!!

- ¡¡Sí, lo sé!!

El muchacho de nariz aguileña me tendió una sonrisa, a lo que yo respondí esbozando una también. Con el rabillo del ojo noté que alguien estaba abajo, haciéndome señas. Era Mikasa, pero Eren no se veía cerca. La multitud era tan grande que había llegado incluso hasta la gradería. Probablemente los profesores ya ni siquiera estaban allí, y había una capa de vapor dentro del gimnasio: el resultado de meter casi a quinientos estudiantes dentro de un espacio tan pequeño. Me levanté para ir a ver qué tenía que decirme ella, pero antes volteé hacia Marlo.

Menta. Una historia de Armin y Annie [Trilogía completa]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora