Debería ser ilegal que las personas vengan temprano un sábado por la mañana, el timbre no dejaba de sonar o quizá era mi celular vibrando ¡o las dos malditas cosas! Un poco molesta baje, me importo bien poco mi vestimenta, al menos sabia que mi piyama de Bob Esponja no era tan malo. Talle mis ojos y pensé es las posibilidades de quien estaría molestando mi sueño, ¿Camille? Lo dudo, ella tampoco se levanta hasta medio día, quizá era mamá, bueno eso tampoco creo.
Sin pensarlo, abrí la puerta para gritarle a la persona que estaba detrás de ella, que vaya a molestar a otro lado.
—¡Buenos días Mowgli!
Esperaba todo menos ver a un Neisan entusiasmado con un skate en la mano y su guitarra de colgada sobre su hombro. Dos cosas: ¿Por qué tenía un skate? Y sobre todo ¿Por qué viene un sábado en la mañana?
—¿Qué... Qué haces aquí? —me hice a un lado para que entre, ahora mismo, quisiera tener un espejo para saber si estoy presentable.
—Bueno, es sábado... —llevo su mano a su cabello y lo revolvió, me dio una sonrisa inocente—. Realmente no tengo una excusa buena, pero ¡traje un skate! —me lo enseña como si no lo hubiera visto antes.
Suelto una pequeña risa, tomo el skate entre mis manos y lo observo bien, por el olor puedo percibir que fue comprado hace menos de un día, las ruedas aún no están puestas, al menos la tabla si estaba lista.
—Necesitaras ayuda con esto —señalé.
—Ahí está mi excusa, ¡vine con la mejor maestra! —extiende sus brazos hacia mí.
—A ver, déjame entender —sonrió—. ¿Viniste hasta aquí, para que te ayude con tu skate?
Asiente varias veces y se acerca a mí.
—Tambien para algunas clases privadas... Ya sabes aún soy un novato —sonríe coqueto.
Ladeo la cabeza, divertida, sabia a donde llegaría esto, intento tomarme de la cintura, pero retrocedí, con mi mano lo hice a un lado, le entregue el skate y fui directo a las escalares con una sonrisa.
—Espérame aquí... novato.
Subí sin esperar respuesta alguna, ¿enserio se había comprado un skate? No podía imaginar manejándolo, el pobre saldrá al menos con un rasguño.
Okey, solo iríamos a las rampas, así que bueno, hacia calor, tenia mucha flojera de ir a buscar más ropa, por lo que opte en ponerme un vestido, claro que con un short abajo, uno nunca sabe que pervertido te puedes encontrar en la calle. Amarre mi cabello en una cola alta, la verdad no lo había peinado y ahora no estaba para lidiar con mis rulos rebeldes.
Tomé mi pequeña mochila, ahí metí mis llaves y celular, salí de mi habitación, no sin antes llevar mi skate conmigo.
—Espera un segundo.
Volví y agarré la pequeña caja con las herramientas que tenia para mi skate -no era una experta, pero sabía cómo funcionaba-.
Al bajar, Neisan me recibe con una sonrisa, le digo un vamos y salimos de casa, al instante me subí a mi skate, sabia que él me estaría siguiendo por detrás, así que no fui ni tan rápido ni tan lento, no quería que corriera, llegaría demasiado cansado a las rampas.
—Creo que te aprovechas porque no tengo mi skate listo —bufó.
Rio disimuladamente.
—Bueno yo no puedo creer que te hayas comprado un skate, estás loco Neisan —volteé un segundo para verlo.
—Decir que estoy loco por ti, ¿es muy cliché?
Cerré los puños con fuerza, no debería decir eso cuando estoy encima de un skate, no es por nada, pero a veces llegaba hacer torpe, y estoy teniendo un récord, hace mucho no tengo mis aterrizajes forzosos.
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Hasta el último deseo © [✔️]
Romance"Porque hasta tu último deseo puede doler tanto como el primero." *** Alex es una chica despistada, torpe y amable. Lo que más le gusta hacer es andar en patineta, deja que el viento juegue con su cabello, pero siempre suele tener sus aterrizajes fo...