Caminábamos juntos por las calles, fue extraño me pidió el favor de que dejara mi skate, porque hoy no lo necesitaría, llegamos a parque en donde una esquina, alquilan bicicletas, lo miro curiosa y él solo sonríe.
—Pensaras que es estúpido, pero nunca me he subido a una bicicleta —voltea un segundo.
—Algunas personas no se suben a bicicletas, no te sientas mal.
Me quedo a un lado, intente pagar el mío, pero él se negó, me acerco al ver las dos bicicletas, la mía es de verde menta y tiene una canasta blanca, la de él es negra, viene hacia mí con dos cascos.
—No me gustaría que te pase algo —pone el casco encima de mi cabeza, no logro verlo porque el casco parece más grande que yo. Siento que sus dedos rosan mi mandíbula a la hora de abrocharlo—. Listo —da toquecitos que me hacen reír.
Alzo la mirada y lo veo colocándose uno tambien, su sonrisa se amplía cuando me ve.
—Yo no soy la que no sabe manejar una bicicleta.
Me baja el casco y no vuelvo a ver nada.
—Eso me ofende Alex.
No evito reír, me acomodo el casco y voy hacia mi bicicleta, me subo y cuando mis ojos se dirigen a Neisan veo que intenta equilibrarse con su pie.
—Seguro que no quieres las rueditas de atrás —bromeo.
Sus ojos van hacia mi serio, sonrió inocente, rueda los ojos y vuelve a intentarlo. Me quedo en mi sitio cuando veo que el avanza, trata de equilibrarse, mueve el timón hacia muchos lados, hasta que por suerte unos metros más allá le coge el truco. Manejo hasta alcanzarlo.
—Aprendo rápido —dice con orgullo.
—Demostremos quien es más veloz —manejo dejándolo atrás.
—¡Es injusto aun soy novato!
Rio al escucharlo, manejamos en las vías de ciclismo, el viento hace que mi cabello se alborote, inhalo el aroma y sonrió al ver el atardecer, volteo un segundo y Neisan viene detrás, una sonrisa esta dibujada en su rostro, sigo manejando hasta llegar al muelle que muestra una vista del Mar. Me bajo de la bicicleta y la estaciono, miro a tras mío y entrecierro mis ojos al ver a Neisan muy lejos. Camino hacia el muro apoyando mis brazos sobre ello y mirar el mar, el aroma llega hacia mí.
—Hey, perdón, fui por agua —volteo, me extiende una botella, la alcanzo y sonrió por agradecimiento. Sus ojos van hacia el fondo que tenemos y sonríe— Me gusta esta vista, el atardecer y el sol le dan un buen toque.
Tiene razón a esta hora el atardecer es hermoso, la combinación del cielo, con naranja hace un sunset inigualable. Dejo mi botella sobre el miro y me desabrocho el incomodo casco para dejarlo en la canasta de mi bicicleta. Me apoyo sobre el muro tomando un poco de agua, Neisan se posa el frente mío, alzo mi rostro para verlo mejor.
—Tu cabello parece telaraña —ríe, sus manos peinan mi desordenado cabello, bajo la mirada y sonrió por el gesto.
—Suele ser rebelde.
Se aleja unos centímetros, sus ojos me reparan un segundo haciéndome sentir nerviosa.
—Me gusta tu cabello rebelde —su dedo juega con un mechón—. Y más las ondas que se forman.
—Tu tambien tienes ondas, bueno rulos rebeldes —señalo su cabello, divertida.
Mueve su cabeza de un lado a otro haciendo que sus rulos tambien se muevan, para mirando hacia su cabello, uno que otro rulo cae por su ceja.
ESTÁS LEYENDO
Hasta el último deseo © [✔️]
Romance"Porque hasta tu último deseo puede doler tanto como el primero." *** Alex es una chica despistada, torpe y amable. Lo que más le gusta hacer es andar en patineta, deja que el viento juegue con su cabello, pero siempre suele tener sus aterrizajes fo...