CAPÍTULO 16

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Neisan.

Miraba la lista en mi mano, luego la que estaba sobre la mesa, sonreí al notar que había una gran diferencia de deseos, pero que su objetivo era él mismo. Una de ellas es que un pequeño Neisan de 11 años lo había escrito, ahora está nueva, la mayoría de ellas estaban cumplidas, solo me faltaban dos. Recuesto mi cabeza sobre el respaldo del sofá y una estúpida sonrisa se dibuja en mi rostro.

Logramos que la chica torpe se uniera a nuestra aventura, pequeño Neisan.

Me enderezo al escuchar el timbre, voy abrir la puerta encontrando a mi mejor amigo.

—Más vale que sea importante —entra y sonrío.

—¿Qué dices Ben? Así yo tambien estoy bien, con un poco de dolor de cabeza, pero fuera de eso bien —respondo con sarcasmos mientras cierro la puerta.

Escucho su resoplo, tomo asiento y él hace lo mismo en el otro sofá.

—Déjame adivinar, ¿lo que vas hacer tiene algo que ver con la chica torpe?

—¿Cinco años y aún no te aprendes su nombre? —me cruzo de brazos.

Él sonríe divertido, sabía que lo hacia por molestarme, le divertida ver mi cara de molestia cuando le decía así.

—Bueno —se recuesta sobre el sofá estirando sus brazos—. Que haremos está vez por la lindura de Alex.

—Le pediré que sea mi novia.

Se endereza apoyando sus brazos en sus rodillas.

—¿Enserio? Neisan, han pasado... dos meses recién.

Lo miro como si tuviera un tercer ojo.

—Ay, por favor, el tiempo ahora no es mi mejor aliado.

Resopla, ruedo los ojos al verlo levantarse y caminar de un lado a otro, detesto que active su modo dramático conmigo.

—A ver, antes que nada, explícame porque ayer tus papás me llamaron para preguntarme si estabas en mi casa —me observa con una ceja alzada.

Sonreí nervioso, pase mi mano por mi nuca, guarde silencio por unos segundos.

—Estaba con Alex —contesté al fin.

—Con Alex —repite—. ¿Y por qué tus padres no sabían eso?

—Joder Ben, ahora no.

Estos eran los momentos es que Benjamín activaba su actitud de hermano mayor, siempre ha sido así, por lo que siempre ha tratado de que haga las cosas bien, pero a veces llegaba a molestarme tanto como ahora.

—No, joder nada, ¿No lo saben verdad?

—Si se los digo, lo único que saldrá de ellos, es que soy un egoísta —digo con rabia.

—¿Y no lo eres? —pregunta, en voz baja.

Lo miro desconcertado, esperaba ese tipo de acusación en mis padres, pero jamás de él, siempre contaba con Benjamín, pero ahora mismo, estoy dudando de eso.

—Si has venido a solo darme un discurso que todo lo que hago está mal, te puede ir a la mierda —señalo la puerta.

—Neisan, no es eso hermano, sabes que te apoyo, pero una parte tus padres tienen razón —me señala con su dedo, acusatorio—. Habíamos quedado que solo iba hacer una vez.

—Ya quizá si se me salió de control, pero ¡Maldición no controlo lo que siento!

Benjamín viene hacia mí, palmea mi espalda como si comprendiera lo que realmente me pasa, el maldito dilema que tengo me carcome la cabeza cada noche, si lo que hago es realmente bueno para ella, o si solo es un beneficio para mí. Lo sabía ¡joder claro que lo sabía! Y aunque no lo quiera admitir, nada está en mis manos. Yo solo quiero vivir en un mundo donde tenga a Alex a mi lado.

Hasta el último deseo © [✔️]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora