Hasta el último deseo © [✔️]

CAPÍTULO 20

ADVERTENCIA

Por obligación vengo a decirles que el capítulo tendrá escenas de salseo xd, nadie te impide hacer de tu vida sexual lo que quieras, pero bestie ante todo recuerda cuidarte, no solo para evitar un embarazo no deseado si no tambien por la enfermedades. Okey eso es todo, je. Disfruten owo.

MINI MARATÓN 1/2

Neisan estaba haciendo bromas mientras regresábamos, las calles estaban vacías por lo que nuestras risas se hacen notorias. Cuando pasamos por un callejón alguien choca con nosotros. Una chica.

—¡Los encontré! —parpadeo, confusa.

Se entrelaza al brazo de Neisan, tiene una mueca en el rostro y para viendo de detrás de ella. Con Neisan compartimos una mirada confusa.

—Eh... —intento hablar.

—¿Estás bien? —Neisan, me interrumpe.

—A-alguien me está siguiendo. —su labio inferior comienza a temblar.

Diablos.

El rostro de Neisan se pone serio, pasa su brazo por el hombro de la chica y toma mi mano.

—No te preocupes, te llevaremos a casa, ¿vale?

Ella asiente, parece un poco desorientada; comenzamos a caminar hacia un paradero, por un momento, miro por encima de mi hombro y me tenso al ver a un hombro con capucha mirándonos desde lejos. Sacudo mi cabeza y hablo con la chica —que, por cierto, su nombre es: Heather—. Nos cuenta que salió a comprar algo, y que después de unas calles, descubrió que un señor la estaba siguiendo ya desde hace un rato.

Por suerte Neisan traía dinero, así podremos pagar el taxi, Heather ya parece más calmada.

—Mi nombre es Alex y él es Neisan —le sonrío.

—G-gracias por esto, no... no sé que hubiera hecho si no los encontraba me... me sentía muy asustada.

Noto sus manos temblar, las sujeto dándole un pequeño apretón, para después abrazarla.

—Ya estás a salvo Heather —le murmuro.

Eso parece tranquilizarla, para distraerla con Neisan le comentamos diferentes cosas, nos enteramos que es menor que nosotros, intentamos decirle cosas divertidas —claro la oportunidad de Neisan para para presumir que su novia es una chica torpe—.

Cuando el taxi paro en su casa, nos aseguramos que haya entrado. Suspiro, cansada; me dejo caer en el asiento, siento su brazo pasar por mis hombros y que deja un beso en mi coronilla.

—El mundo es una mierda, para ustedes. —lo escucho decir.

—Sí y-yo... —humecto mis labios y niego con la cabeza—. Los hombres a veces pueden llegar hacer unos patanes.

Asiente, me da una mirada y sonríe.

—Una patada en las bolas...

—Siempre es una solución —termino.

Sonrío y le doy un beso.

Cuando llegamos a casa, todo está silencioso, reviso mi celular mientras que Neisan va al baño, ya casi es media noche, por lo que supongo que mamá no vendrá hoy. Me tumbo sobre el sofá y suelto un suspiro, hoy fue un día con bastantes giros inesperados. Cuando escucho la puerta del baño abrirse, me apoyo sobre mis codos, veo a Neisan sacudir su cabello, y acomodarse su camiseta.