CAPITULO 9

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Tengo las manos sudadas y el corazón latiéndome a mil, no llame a mamá porque no quería molestarla en su trabajo. Puede ser un error, quizá se confundieron de dirección y ese sobre no era para nosotras. Unos toques en la puerta hacen que me asuste.

—Alex, soy yo abre.

Exhalo y voy abrir, Camille me mira preocupada y yo solo me lanzo a sus brazos.

—Tranquila, ya estoy aquí, no pasa nada cariño —besa mi coronilla y entramos.

Le muestro el sobre y yo me siento en el sofá, ella lo lee atentamente y yo solo ruego a dios que sea una equivocación.

—Bueno parece que... —se sienta a mi lado— si salió.

Me trago el nudo de mi garganta, la impotencia y el dolor se apoderan de mí, en mi mente solo esta todo lo que vivimos con él.

—Hey, no te preocupes, te mudaste, tu y tu mamá ya no tienen nada relacionado —me abraza— estarán bien.

Apoyo mi cabeza en su regazo, espero tenga razón, salir de faceta fue muy dura. Suspiro y cierro los ojos un segundo, quizá si pienso en otra cosa el miedo puede desaparecer, obligo a mi mente pensar en otra cosa y al instante un chico con ojos azules es mi centro de atención.

Me remuevo incomoda y abro los ojos al sentir voces lejanas, tomo asiento y tallo mis ojos. Al parecer me quede dormida, mi a mi espalda me encuentro con mamá y Camille en la cocina.

—Mamá, —voy hacia ella y le doy un abrazo— hoy...

—Si ya se linda —me separo—. No te preocupes, todo esta bien, tiene una orden de alejamiento así que no se puede acercar.

Intento que eso me calme, pero no lo hace por completo.

—Solo te pediré, que me avises cada hora en donde estas y con quien —agrega—. No me quiero preocupar demás.

—Está bien.

Tomo asiento junto a Camille y ella me sonríe.

—Pediré comida china, ¿Esta bien?

La sonrisa de Camille se agranda más, es de las cosas que tenemos en común, amamos la comida china.

—Eso no se pregunta —exclama mi amiga.

Mamá ríe y va hacia el teléfono.

—Me dejaron quedarme, así podre acompañarte mañana al instituto —voltea a mirarme.

Asiento sin ganas, tenerla no es mala idea solo que con la noticia de hoy mis ánimos bajaron demasiado. Voy un rato a mi habitación a ponerme algo cómodo, trato de acomodar mi ropa, aunque Camille sabe lo desordenada que puedo ser a veces, mi cuarto debe verse presentable. Cuando bajo veo la mesa servida, tomo asiento junto a ellas y como en silencio.

—Creo que con Peter va más allá de un simple amorío —comenta Camille a la hora de recoger los platos.

—Me alegro que hayas encontrado a alguien —digo con sinceridad.

Me da un pequeño abrazo, dejo todo el lavaplatos. Subimos las dos a mi habitación, se nota que anda muy enamorada de él, no despega la mirada de su celular y sonríe algunas veces. Suspiro echándome en mi cama y mirando al techo, necesito borrar todo lo malo de hoy, no quiero sentir este miedo. Cierro los ojos dejando que la oscuridad me invada.

 Cierro los ojos dejando que la oscuridad me invada

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Hasta el último deseo © [✔️]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora