Mierda, estaba tan cómodo que dormí más de la cuenta. Espero que mi jefe no lo note o que Joe me cubra.
—Tendré que usar un atajo... —Digo buscando con la mirada un lugar apartado de la gente.
Antes de comenzar a correr, oigo mi teléfono. Un mensaje de Joe.
Joe: dónde estás?!
Yo: Voy en camino, llego en 5. Deja la carne en la jaula de los lobos.
Joe: otra vez?
Yo: solo hazlo. Nos vemos.
Solo 5 minutos necesito para llegar. Solo debo escabullirme por una entrada que solo yo conozco y hacerme pasar por uno de los animales en el ambiente de los lobos. Sencillo.
—¿Se puede saber qué te pasó ahora? —Pregunta Joe con una cubeta con carne.
—Encontré en dónde quedarme y me dormí, lo siento.
—Iki, el jefe está aquí y preguntó por ti. Dijo que quería hablarte de algo importante. —Lo miro algo preocupado —Le dije que estabas alimentando a las fieras y que si no estabas ahí, estarías aquí.
—De verdad te debo varias, amigo. Gracias.
—¿Por qué te expones de esta manera? ¿Qué pasará si alguien te ve?
—Descuida, eso no va a pasar. En estos tiempos las personas ya no creen en hombres lobo o en cosas como esas. Tú tranquilo, lo tengo todo bajo control.
—¡Beck! —Ambos nos tensamos al oír la voz del jefe.
—Mierda... —Levanto el cubo que Joe me trajo y camino hacia el señor de traje que me espera con una mirada seria —Sí señor ¿en qué puedo...?
—Te quiero en mi oficina en cuanto acabes de alimentar a los lobos, necesito tratar unos asuntos contigo.
—¿Asuntos? Digo, claro señor, ahí estaré.
A pesar de ser solo un humano, el sujeto sabe cómo intimidarme. Me pregunto qué pasaría si supiera que soy un hombre lobo. En fin, vuelvo con Joe para agradecer su ayuda y voy a alimentar a los lobos.
—¿Creen que me despida? —Le pregunto a Mila, una loba blanca que normalmente es tranquila y no hace alboroto —Rin, kash, dejen de pelearse, hay comida para todos —Esos dos terminarán por sacar los colmillos si el alfa de esta manada no los corrige. Yo podría hacerlo, pero no es mi manada. —¿Dónde está Teru?
Teru el alfa de la manada que hay en este zoológico. Es el más viejo de todos; pero a pesar de ello aun lo respetan. Y claro que también lo respeto por eso.
—¿Teru? —Camino por los lugares en donde suele estar.
Últimamente ha estado algo decaído, los veterinarios no han hecho mucho por él debido a su edad avanzada. Prefieren esperar a que pase lo que tenga que pasar.
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Simple casualidad
RomantikIki es un cuidador de zoológico que por cuestiones de dinero deberá mudarse a un piso compartido. James es el dueño del departamento, un elegante maestro de literatura en la universidad de Londres. Dos personalidades completamente opuestas, dos espe...