En todo el camino, Joe no ha dejado de reírse por lo que le acabé contando.
—¿Quieres dejar de reírte? —Me mira con una sonrisa.
—Ay, lo siento —Sigue intentando dejar de reír —Es solo que... No tiene nada de malo. Solo le dijiste que lo quieres.
—Lo dije sin pensar.
—¿Entonces no es así?
—¡Claro que sí! Solo... me pareció un poco raro que lo dijera.
—Como te digo, es normal. Y si te sirve de algo, yo se lo digo a Sara todo el tiempo.
—¿Hay alguna forma para dejar de hablar de esto?
—Pues cambiemos de tema. ¿Qué paso luego de lo de...? Ya sabes.
—De preferencia, un tema que no tenga que ver con mi vida.
—Está bien, déjame pensar. Oh, lo tengo. Así que Terry renunció ¿eh?
—Sí, después de lo que pasó la otra vez, dijo que ya no volvería a entrar ahí. No le habría pasado si me hubiera hecho caso.
—Bueno, te habría hecho caso si lo hubieras dicho más como una orden y no como una sugerencia. Eres blando en ese sentido, amigo.
—¿Tú crees?
—Solo digo que no eres autoritario cuando debes serlo. Terry te ignoró porque no le pareció que hablaras enserio.
—Supongo...
Ya en el trabajo, todos estamos reunidos a la espera de que el jefe nos diga algo.
—¿Por qué tarda? —Pregunta Henry.
—Ahí viene —Dice Joe.
El jefe entra junto a Robbie hasta quedar frente a nosotros.
—Buen día a todos. Les presento a Robbie, estará en período de prueba por dos semanas en este lugar. Tiene apenas dieciséis años, así que no le den trabajos muy pesado.
—¿Es enserio? —Murmuro.
—Iki y Henry se harán cargo de enseñarle el lugar y las cosas que puede hacer.
—Sí, señor —Respondemos ambos.
—Disculpe señor —Dice Henry —Si solo tiene dieciséis años, ¿no debería tener una autorización firmada por sus padres o algo así?
—La tiene. Ahora vayan a trabajar.
No recuerdo que James me dijera que había firmado algo. Solo recuerdo que estaba sorprendido por...
Falsificó la firma de James.
—No te preocupes, Beck —Dice Henry en cuanto nos quedamos solos los tres —Yo me encargaré de darle el tour mientras vas a alimentar a tus mascotas.
—Ya te dije que no los llames así.
—Como sea. Vamos chico, hay mucho por recorrer. —Henry comienza a caminar y Robbie lo sigue de cerca.
—Ten cuidado con ese sujeto —Murmuro sabiendo que solo Robbie me escuchó.
No es que Robbie no me agrade ni nada de eso. Solo me preocupa que Henry lo impulse a hacer alguna estupidez en este lugar. Y claro, que yo salga afectado en todo eso.
—No me miren así —Los lobos me miran con la cabeza ladeada —Solo espero que Robbie pueda seguir aquí. Esto es importante para James.
—Se preocupa demasiado por mí.
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Simple casualidad
Storie d'amoreIki es un cuidador de zoológico que por cuestiones de dinero deberá mudarse a un piso compartido. James es el dueño del departamento, un elegante maestro de literatura en la universidad de Londres. Dos personalidades completamente opuestas, dos espe...