Como nunca, voy con tiempo de sobra a mi trabajo. Necesito estar antes para esperar al veterinario y hablar con él sobre Teru.
—¿Quién lo diría? —Volteo al ver a Joe —Iki Beck llega con tiempo de sobra al trabajo.
—Hola Joe, ¿qué cuentas? —Nos saludamos con un choque de palmas y luego de puños.
—Nada realmente, siempre llego a esta hora ¿y tú? ¿Esperas al veterinario? —Asiento en silencio —Deberías dejarlo, Iki.
—Solo quiero darle un tiempo más de vida.
—Iki, para los animales salvajes, vivir en cautiverio no es vida realmente. Teru nació en este lugar sin ser un verdadero lobo. Tú mejor que nadie debería entender eso.
—Créeme que lo entiendo; pero...
—¿Pero...?
—Solo quiero intentarlo.
—Tarde o temprano ese lobo morirá; y tú acabarás sufriendo más de la cuenta por ello.
—Supongo.
—Además, dejarlo así por más tiempo no habla bien sobre el bienestar animal del recinto y...
Apenas veo al veterinario lo sigo hasta su oficina para hablar sobre el tema. Realmente no es muy alentador lo que me dice, es básicamente lo que dijo Joe.
—Si quieres podemos intentar hacer que viva un poco más cuidando su nutrición a base de vitaminas y suplementos. Pero debes entender que ese lobo apenas puede caminar y tendrías que estar pendiente de él todo el tiempo.
—Entiendo.
—¿Qué quieres hacer? Después de todo, eres el cuidador.
—Quiero intentarlo. Estaré pendiente de él.
—Pues bien, hagámoslo.
Realmente me importan mucho estos animales. Ahora que estoy a cargo del ambiente de los lobos, quiero hacer todo lo posible por mejorar sus vidas en este lugar.
—Hola chicos, ¿cómo están? —Todos me miran atentos al cubo con carne en mis manos. —Tranquilos, tranquilos. Hey, esto no es para ustedes, es para Teru.
Luego de alimentar a todos y cada uno de los lobos, me dirijo a la cueva en donde habita Teru.
—Hola amigo, ¿cómo estás hoy? —Mueve levemente la cola en cuanto me ve —Sí, también me da gusto verte. Mira lo que te traje.
Nuevamente lo saco de la cueva para que tome algo de sol. La gente parece más interesada en lo que hago que en los mismos animales. Odio ser el centro de atención.
—Vamos Teru, tienes que comer esto para que te sientas mejor —Emite unos leves gemidos —Lo entiendo, pero... Está bien.
Me quedo sentado junto al lobo a la espera de que acabe su alimento. No conseguí hacer que aceptara las vitaminas. No quiero obligarlo a nada.
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Simple casualidad
RomanceIki es un cuidador de zoológico que por cuestiones de dinero deberá mudarse a un piso compartido. James es el dueño del departamento, un elegante maestro de literatura en la universidad de Londres. Dos personalidades completamente opuestas, dos espe...