Luego de pasar tres horas despidiéndonos en completo silencio, la hora de la reunión llega.
—Bueno, como ayer se dijo, hoy se dará la decisión sobre el caso entre el vampiro James Moore y el lobo Iki Beck por ir en contra de sus respectivas reglas. —Dice el vampiro.
—La decisión ha sido tomada —Continúa Gebo —Pero antes de decirla, quiero que ustedes hablen —James y yo nos miramos confundidos —Defiendan su posición.
—Les daremos ese beneficio por estar fuera de la norma.
No sé qué puedo decir. Pero no puedo quedarme callado.
—La relación que Iki y yo tenemos está claramente fuera de la norma. —Inicia James —Al principio reaccionamos como cualquier otro lobo o cualquier otro vampiro. Pero, luego solo decidimos intentar convivir en paz. Pasamos por varias cosas. Nos hicimos amigos. Nos apoyamos mutuamente —James me mira sonriendo —Nos enamoramos... —Vuelve a mirar a los grandes —No pueden culparnos por eso.
—No los culpamos por enamorarse, James —Dice el vampiro —Ninguno de los dos está siendo juzgado por separado ni nada de eso.
—No lo entiendo —Yo menos.
—La reunión de Bestias no es para castigar a otros. La reunión de bestias es para tratar esta clase de situaciones. Para llegar a un acuerdo en el que se vean beneficiadas ambas partes.
—Pero creí que...
—Así era antes. No negaré que hace siglos esta clase de reuniones terminaban en sangre y con más de un cadáver; pero como tú dices, son otros tiempos.
—Suficiente de explicar esto —Dice Gebo —Iki Beck, ¿tienes algo que decir a tu favor antes de decir lo que pasará contigo?
Su mirada me llena de inseguridad. Me da miedo hablar y que todo sea en vano.
—Yo... —Si no hablo pensará que no vale la pena —Vine aquí para ayudar a mi familia, ayudar a mi padre con su tratamiento. Es verdad que rompí las reglas e hice cosas que no debía. Pero no me arrepiento de nada, señor. Conocer a James ha sido una de las mejores cosas que me ha pasado en la vida. Y no quisiera perderlo. Yo lo amo.
—¿Es todo lo que dirás?
—Sí señor, eso es todo.
—Entonces diré el acuerdo al que se llegó el día de ayer.
—¿Acuerdo? —Digo en voz alta.
—James, Iki. —Dice el vampiro —No les prohibiremos estar juntos.
—Pero cada uno tendrá que cumplir con ciertas condiciones.
—¿Condiciones? —Preguntamos ambos.
—James —Dice el vampiro —Como renunciaste a tu inmortalidad, quiero que te establezcas en una sola profesión y que hagas parecer tu vida lo más parecida a un humano. Eso incluye a Robbie también.
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Simple casualidad
RomanceIki es un cuidador de zoológico que por cuestiones de dinero deberá mudarse a un piso compartido. James es el dueño del departamento, un elegante maestro de literatura en la universidad de Londres. Dos personalidades completamente opuestas, dos espe...