Un nuevo día comienza, y debo decir, que no creo cansarme nunca de la vista matutina que tengo desde mi posición.
Por primera vez desde que llegó a vivir aquí, no se transformó durante la noche. Así que podríamos decir que tengo una vista panorámica de su trabajado cuerpo, que permanece cubierto por las mantas hasta la cintura.
No James, no lo hagas, no veas a Iki de esa forma.
Al menos no por ahora.
Me quedé despierto toda la noche para vigilarlo. Por muy psicópata que suene, "lo observé mientras dormía".
La verdad es que se me acabaron los somníferos.
De pronto lo veo comenzar a moverse y estirarse hasta que abre esos lindos ojos ambarinos que ven directo a los míos.
—¿Qué pasa? —Pregunto y él sonríe con el ceño fruncido.
—¿Alguna vez te has sentido observado?
—Antes era algo muy frecuente, ¿por qué?
—Porque así me sentí hasta que desperté.
—¿Y cómo no hacerlo? Después de lo de la semanapasada, hasta me pareces un poco más guapo.
—¿Enserio? ¿Solo un poco?
—¿Es posible que lo seas más? —Su risa es algo contagiosa. Sobre todo porque es una risa medianamente avergonzada.
—Amo que sea domingo —Toma mi mano y me hala para caer sobre él —No debo trabajar, y puedo quedarme hasta más tarde contigo.
—Ya lo creo.
Guardamos silencio por unos cuantos segundos hasta que simplemente comenzamos a besarnos como si ambos lo hubiéramos deseado desde hace un buen rato.
Hemos tenido varios avances estos últimos días. Podría decirse que estamos formando un lazo un poco más fuerte cada día.
Poco a poco, el beso comienza a tomar fuerza y nuestras manos recorren el cuerpo del otro como si buscaran algo en él.
No puedo dejar de tocar su pecho mientras siento sus manos recorrer mi espalda.
—Oye... —Susurra en mis labios —No tan abajo —Su voz se entrecorta un poco, y solo en ese momento, me doy cuenta de que una de mis manos bajó más allá de su vientre por encima de la ropa interior —¿Q-Qué estás haciendo? —Pregunta nervioso.
—Lo siento —Me siento sobre su abdomen y levanto las manos —Supongo que me dejé llevar por el momento.
—Yo... claro.
Lo veo algo incómodo por la situación. O más bien, "cohibido".
Ahora que me acuerdo, Beck dijo que no había estado con nadie más antes de mi.
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Simple casualidad
RomanceIki es un cuidador de zoológico que por cuestiones de dinero deberá mudarse a un piso compartido. James es el dueño del departamento, un elegante maestro de literatura en la universidad de Londres. Dos personalidades completamente opuestas, dos espe...