Realmente esto no es lo que había planeado para esta noche.
Había pensado en finalizar la velada con los amigos de Iki y que luego nos fueramos a caminar hasta un lugar en donde pudieramos hablar a gusto. Pero en lugar de eso, estamos aquí, en el baño de un bar, besándonos como si nada importara.
Ciertamente, Iki me saca de cada esquema que dibujo. Con él, todo es inesperado y mis propias acciones cambian en el último momento.
No pasan muchos segundos hasta que Iki me corresponde el beso y comenzamos con ese juego que teníamos en el departamento.
Poco a poco, Iki se acomoda hasta quedar frente a mí, encerrándome entre él y el lavamanos.
Mis manos pasan de sujetar su rostro a envolver su cuello mientras las de él se fijan una en mi espalda y la otra sobre la cerámica.
—¿James? ¿Iki? —Oímos la voz de Joe.
Ambos nos miramos con nerviosismo antes de simplemente separarnos y ordenarnos como podemos para que parezca que nada pasa
—¿Está todo...? —Nos mira en silencio.
—Sí, todo está bien —Dice Iki, aparentando normalidad —¿Qué pasa?
—Nada, solo quería ver si estaban bien. Se fueron hace un rato y Sara se preocupó un poco.
—Estamos bien —Vuelve a decir —No te preocupes. Ahora vamos.
—Bien... —Mira por unos segundos a Iki y sonríe antes de irse —No tarden.
—No lo haremos.
Al quedar nuevamente a solas, Iki y yo respiramos profundo. Mi corazón late muy fuerte y puedo oír el suyo latir de la misma manera.
—Eso... estuvo cerca —Dice riendo por lo bajo —Será mejor que volvamos a la mesa o Joe va a...
Esto no es propio de mí; pero apenas lo veo alejarse, me apresuro en sujetarlo y tirar de su brazo hasta hacer que vuelva a quedar junto a mí.
—Entonces... ¿Qué pasará con "esto"? —Pregunto susurrando en sus labios. Él sonríe y se acerca juntando mi frente con la suya.
—No lo sé —Me besa y sonríe —Pero supongo que "esto", es algo que no quisiera perder —Ahora soy yo el que lo besa —Ahora sí, vamos con Joe y Sara.
Nos toma unos cuantos minutos el terminar con ese juego "este es el último" hasta que nos dignamos a salir del baño para regresar a nuestros asientos.
—Sí que se tardaron —Ríe Joe. —¿Qué tanto hacían?
—Lo que todos hacen en ese lugar —Digo para sorpresa de Iki.
—Hay muchas cosas que se pueden hacer ahí, ¿sabes?
El rostro de Iki arde luego de que Joe lo mira con una sonrisa y los ojos entrecerrados como si dijera "no me engañas".
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Simple casualidad
RomanceIki es un cuidador de zoológico que por cuestiones de dinero deberá mudarse a un piso compartido. James es el dueño del departamento, un elegante maestro de literatura en la universidad de Londres. Dos personalidades completamente opuestas, dos espe...