Capítulo 50

281 65 27
                                    

Es mejor así

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Es mejor así.

Si ninguno de los dos sigue con esto, nos ahorraremos muchos problemas con los suyos.

"Las diferencias no son importantes cuando estamos juntos".

—Somos muy diferentes en todo... —Murmuro mientras camino por el pasillo.

—¡James! —Lo escucho llamarme —James, por favor —Me está siguiendo.

—No sigas Iki —No quiero mirarlo. Esto me duele más a mí que a él. —Vete a casa.

—Pero...

—Ese sujeto tiene razón, Iki —Volteo a verlo. Sus ojos están vidriosos —Viniste aquí por una razón y solo por esa razón. Yo solo te estoy estorbando. Te estoy desviando de lo que deberías hacer.

—Eso no es verdad...

—Ahora mismo deberías estar trabajando. No aquí conmigo. —Logro escuchar un leve sollozo —No hagas esto más difícil. Aceptémoslo, lo que hemos pasado juntos nunca debió pasar...

—Lo sé —Lo miro fijamente a los ojos —Lo he sabido desde el principio y no me importa.

—Iki...

—He estado rompiendo las reglas desde antes de conocerte, James. Sabes lo que hice antes de trabajar en el zoológico, sabes casi todo de mí. De todas las vivencias que he tenido en este lugar, tú eres la mejor de ellas. No quiero que eso acabe.

—Es mejor así —Le dedico una sonrisa triste antes de intentar alejarme de él.

—James...

Iki toma mi mano y me hace voltear para luego atraparme entre sus brazos y besarme frente a todos los presentes.

Amo esa calidez que siento junto a él. Amo esa sensación cada vez que me besa.

Quiero alejarlo, pero no puedo. No  quiero y acabo correspondiendo el beso.

—Te amo. —Dice con los ojos llenos de lágrimas.

Y yo a ti. Como no tienes idea. Pero...

—Vete a casa Iki. Solo hazlo por favor —Me separo de él y sigo caminando.

No mires atrás, no mires atrás, no mires atrás...

El murmullo de quienes nos ven me da a entender que Iki se mueve. Entonces volteo.

Volteo lo suficiente como para ver por el rabillo del ojo.

Se está llendo y no puedo detenerlo.

—Lo siento... —Musito antes de seguir caminando —Era la mejor opción que se me ocurrió.

Sé que no me oirá por sobre el murmullo de los estudiantes y maestros que presenciaron todo.

No me extrañaría que se corriera la voz sobre lo que acaba de pasar.

Simple casualidadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora