Capítulo 51

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Se fue

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Se fue.

Hice que se fuera...

Apenas entro al departamento, mi querido hermano menor me recibe lanzándome lo primero que encuentra.

—¡¿Qué mierda te pasa?!

—¡¿Por qué hiciste que Beck se fuera?!

—¡Ese no es asunto tuyo!

Robbie me mira en silencio y termina maldiciendo mientras va en dirección a mi habitación.

—¿Que mosca te picó?

—¿Sabes algo? —Pregunta desde el interior de la habitación —Me agradaba verlo asustado o nervioso. Pero verlo así de destrozado me hizo sentir lástima.

—Gracias por hacerme sentir mejor, hermanito —Dejo caer mis cosas y me desplomo sobre el sofá —Un lobo fue a verme a la Universidad. Uno que tiene contacto con los grandes y con el alfa de Iki.

—¿Qué quería?

—Me enseñó un informe en donde salía mi nombre y lo que era de Iki... De haber seguido, tendría problemas con Jorah o algo así. Y tú también.

—¿Así que tu plan fue romper el corazón de Beck para evitarnos problemas a ambos? —Se para frente a mí.

—Sí...

¡¿Qué mierda?!

—¡¿Acabas de abofeterame?! —Pregunto sorprendido mientras presiono mi mejilla con una mano —¡¿Qué mierda te pasa?!

—¡Para que se te quite lo idiota! Conocemos a Jorah lo suficiente como para saber que no hará problemas por lo sucedido. Los vampiros tenemos mayor libertad por muchas cosas. ¡Incluso Jorah ha roto reglas!

—Pero no somos lobos, Robbie. Quizas nosotros no tengamos problemas; pero Iki sí.

¡¿Pero qué...?!

—¡¿Ahora eso por qué fue?!

Pega como si le debiera dinero...

—Por intentar engañarme. Lo hiciste por él, ¿no?

—Sí. Lo último que quiero es que esté en problemas por habernos conocido.

Reposo mi cabeza sobre el respaldo del sofá y miro el cielo de la sala mientras Robbie me mira en silencio.

No puedo dejar de recordar los ojos de Iki mientras le decía todo lo que le dije.

Me siento tan miserable.

—Por cierto... ¿Algo más de lo que deba enterarme?

—Bueno... Ya no tengo trabajo. —Me mira en completo silencio.

—¿Algo más? ¿Vendiste el departamento? ¿Saldrás del país?¿Tienes una vida secreta?

—Deja de joder. Déjame solo.

Simple casualidadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora