Iki es un cuidador de zoológico que por cuestiones de dinero deberá mudarse a un piso compartido.
James es el dueño del departamento, un elegante maestro de literatura en la universidad de Londres.
Dos personalidades completamente opuestas, dos espe...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
James me excita demasiado; si antes estaba nervioso, ahora solo quiero hacerlo con él.
No estoy seguro de lo que me pasa, pero ese movimiento que James hace en mi pene con el suyo hace que algo en mi interior parezca desconrtolarse. Creo que mi padre me habló sobre esto cuando tenía unos diecisiete años. Ya saben, "la charla".
Todo lo que mi padre me dijo alguna vez está pasando justo en este momento. Pero recuerdo tres puntos importantes.
"Es normal sentirse nervioso" . Fue lo primero que dijo y lo primero que sentí estando con James.
"Disfruta. Estás con alguien en quien confías y quieres mucho". Sí que hay verdad en esas palabras. Confío mucho en James como para dejar que haga lo que hace ahora mismo.
"Contrólate. Recuerda que hay un animal en nuestro interior". No entiendo por qué dijo eso, estoy completamente...
—¡¿Pero qué...?! ¿Iki? —La voz de James me saca de mi trance.
Miro al sujeto que ahora está bajo mi peso. Parece nervioso, y solo en ese momento me doy cuenta de que estoy en mi forma de licántropo.
—Yo... —Vuelvo a ser humano lo más rápido que puedo —Lo siento, perdón.
—Podríamos decir que eres un animal a la hora de tener sexo —Ríe de forma pícara, cosa que tomo como una invitación a seguir con lo que hacía.
Ahora soy yo quien realiza movimientos de vaivén, creando fricción entre el pene de James y el mío. Ahora soy yo quien lo hace gemir con el movimiento.
Me gusta esto.
Nuestro aliento se mezcla a medida que me acerco para besarlo una y otra vez. El sudor de nuestros cuerpos comienza a empaparnos conforme avanza la noche.
Durante largo rato solo hemos estado dándonos placer sin llegar a mayores. Puedo notar lo excitado que él está con lo que hago; pero no sé cuánto más pueda seguir así.
—Si no lo haces tú, lo haré yo —Detengo los movimientos y lo miro sorprendido —Vamos Beck, no estamos aquí solo para frotarnos como esponjas. —Su mirada desborda lujuria mientras acaricia mi miembro con suave firmeza, provocándome electricidad en todo el cuerpo.
—¿Estás seguro?
—¿Tú estás seguro? —Me da un beso fugaz mientras posiciona mi pene en su entrada —Solo recuerda que no soy un lobo —Guiña un ojo.
Poco a poco comenzamos a fusionarnos mientras nuestras respiraciones se agitan. Los gemidos de James se acompazan con los míos cuando inicio las embestidas.
—Nada mal para un novato —Comenta entre jadeos.
—Cierra la boca —Digo aplicando un poco más de fuerza en el movimiento, haciendo que se me escapen algunos gruñidos en el acto.